Seopan alerta del desplome “histórico” de la obra pública en España en 2016

La inversión en obra pública registró el año pasado en España un desplome “sin precedentes”, según la asociación de constructoras y concesionarias Seopan, que ha alertado de que la caída a mínimos históricos representa un “grave freno” para la competitividad y el desarrollo del país.

Dado que los Presupuestos Generales del Estado, que se prevé que mañana lleguen al Consejo de Ministros, mantendrán la austeridad de años anteriores, Seopan prevé que la obra civil caerá de nuevo en 2017, en el entorno del 12 %, ha dicho hoy su presidente, Julián Núñez.

Por contra, es “razonable” pensar que se mantendrá un crecimiento sostenido en la actividad residencial privada, ha añadido.

En rueda de prensa, Núñez ha destacado que en 2016 la contratación pública de obra bajó el 32 %, hasta los 3.280 millones de euros, con lo que este indicador se situó en “mínimos” de la serie histórica y representó una quinta parte del valor que alcanzó en 2007, antes del estallido de la crisis.

La licitación de obra civil sumó 6.066 millones, el 4 % menos, mientras en concesiones se desplomó el 74 %, con 166 millones de euros, el equivalente al 2 % de lo licitado en 2007.

Estas caídas conllevaron a una reducción de las ventas de las compañías de Seopan por obra civil pública del 33 %, hasta los 1.925 millones de euros, una quinta parte de lo que facturaban antes de la crisis por este concepto.

En 2016, las únicas cifras positivas estuvieron relacionadas con la edificación residencial, pues los visados para la construcción de nuevos inmuebles creció el 29 %(64.038), y el tráfico de las autopistas de peaje, que repuntó el 5,6 %.

A nivel global, la actividad nacional de las mayores constructoras y concesionarias bajó el 19 % (4.397 millones), lo que se tradujo en una pérdida de empleo del 12,3 %, es decir, se destruyeron más de 2.260 puestos de trabajo en construcción, una senda que se podría mantener en 2017 de continuar la caída de actividad en el sector.

“Tenemos que seguir invirtiendo para no perder competitividad”, ha aseverado Núñez, quien ha reconocido que la obligación de cumplir con los objetivos de déficit y deuda públicos marcados por la Unión Europea hasta 2019 será necesario acudir a nuevas fórmulas de colaboración público privada.

Núñez ha reclamado a las formaciones políticas que sean capaces de alcanzar un pacto de Estado de infraestructuras para evitar que cada vez que hay un cambio de Gobierno cambien los planes sectoriales y que las prioridades del país queden fijadas por consenso para que no queden sujetos a los vaivenes del contexto.

“La maduración media de cualquier obra civil es de unos 10 años”, lo que obliga a una planificación a largo plazo con el fin de que los proyectos se paralicen ha afirmado Núñez, quien ha señalado que en España queda mucho por hacer en segmentos como las canalizaciones de agua o el tratamiento de residuos.