Wall Street abre plana ante el descenso del gasto de los consumidores de EE.UU.

Wall Street abrió hoy con una leve tendencia negativa que enseguida se transformó en mínimos cambios tras conocerse que uno de los principales motores de la economía estadounidense, el gasto de los consumidores, descendió en abril.

Media hora después de comenzar la sesión, el Dow Jones de Industriales bajaba un marginal 0,02 % (-3,07 puntos) para situarse en los 15.321,46, al tiempo que el selectivo S&P 500 cedía otro 0,02 % (-0,34 puntos) hasta 1.654,07 unidades y el índice compuesto del mercado Nasdaq el 0,09 % (-3,3 puntos) hasta 3.488 enteros.

El descenso del 0,2 % en el gasto de los consumidores estadounidenses en abril, el primero desde mayo de 2012, y pone de manifiesto el impacto de los recortes del gasto público del Gobierno en marzo y la subida del impuesto a la renta personal aplicada a principios de año.

El dato había ocasionado un arranque bajista en Wall Street, pero media hora después los indicadores apenas registraban cambios mientras los inversores siguen debatiéndose entre temer al debilitamiento económico o celebrar que estos datos puedan llevar a la Reserva Federal a mantener su programa de estímulo económico.

Así, tres de los treinta componentes del Dow Jones no registraban ningún cambio y el resto se dividían entre el lado positivo y el negativo, destacando entre los números rojos los del fabricante de productos para el hogar Procter & Gamble (-0,97 %), Coca-Cola (-0,61 %) y la petrolera Chevron (-0,53 %).

El lado contrario de la tabla lo encabezaban Bank of America (1,02 %), la tecnológica Intel (0,58 %) y la farmacéutica Merck (0,49 %).

Fuera de ese índice, la operadora de redes inalámbricas Clearwire bajaba el 1,11 % tras anunciar que ha aplazado la junta de accionistas que tenía previsto celebrar hoy para poder explorar con detenimiento la oferta mejorada anunciada el jueves por Dish Network (-0,81 %) y que supera la propuesta de Sprint Nextel (-1,02 %).

En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba a 92,89 dólares por barril, el oro descendía a 1.400,8 dólares la onza, el dólar subía frente al euro (que se cambiaba por 1,2973 dólares), y la deuda estadounidense a diez años proseguía su ascenso, hasta el 2,151 %.