La campaña anticorrupción del Gobierno chino se dirige a firmas estatales

La campaña anticorrupción del Gobierno chino se centrará la primera parte de este año en la inspección de empresas estatales (SOE, en inglés), según informa hoy la prensa oficial.

En concreto, el organismo encargado de esta campaña realizará inspecciones a 26 firmas administradas por el Estado, entre las que se encuentran gigantes de la energía nuclear como la Corporación Nacional Nuclear de China o petroleras como la Corporación Nacional de Petróleo, además de una de las dos operadoras de telefonía móvil del gigante asiático, China Mobile.

El encargado del Partido Comunista (PCCh) de la lucha contra la corrupción, Wang Qishan, alabó el papel que han jugado las empresas estatales en el crecimiento de la economía china, sin embargo, señaló que “se han desvelado algunos problemas en la gestión de muchas de estas firmas a través de inspecciones o auditorías”.

“Algunos funcionarios han desobedecido la ley para conseguir una promoción a través de sobornos. Se han hallado problemas en los nombramientos, con la venta y la compra de puestos”, indicó Wang, según recoge hoy el diario China Daily.

El responsable de la lucha anticorrupción impulsada por el presidente Xi Jinping también detalló que algunos funcionarios encargados de las firmas estatales “han abusado de su poder” y han ignorado las regulaciones, lo que evidencia “una debilidad” del gobernante Partido Comunista.

La campaña anticorrupción impulsada por el presidente Xi Jinping a su llegada al poder, en marzo de 2013, se ha llevado por delante a cientos de funcionarios, importantes empresarios y otras personalidades, que han sido procesados y condenados por corrupción, pero también a relevantes cargos políticos como el exlíder provincial Bo Xilai o el exministro de Seguridad Zhou Yongkang, el cargo más alto investigado en décadas.

De momento, la campaña ha realizado investigaciones en casi todos los sectores, y uno de sus objetivos también en este 2015 son los medios de comunicación, según anunciaron recientemente las autoridades.

A pesar de que la iniciativa es alabada oficialmente, algunos analistas critican esta campaña, ya que la ven como una estrategia del presidente para acabar con voces ajenas a su facción en el Partido Comunista.