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El economista Israel Arroyo será el nuevo secretario de Estado de la Seguridad Social

Toma de posesión de José Luis Escrivá, ayer lunes.

Rodrigo Ponce de León / Laura Olías

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Un analista “de la casa” para revisar los cimientos de la 'joya' de la Seguridad Social: el sistema público de pensiones. Israel Arroyo Martínez será el nuevo secretario de Estado de la Seguridad Social. El funcionario del Cuerpo Superior de Actuarios, Estadísticos y Economistas de la Seguridad Social ha sido elegido por el ministro José Luis Escrivá, que se lo lleva de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) donde ambos trabajaban en la actualidad.

Arroyo conoce bien las tripas de la Seguridad Social, de su etapa como analista de su área de estudios y por su experiencia en varios cargos de responsabilidad en el organismo. El Consejo de Ministros de este martes, el primero del nuevo Gobierno de coalición progresita, tiene previsto aprobar el nombramiento de Arroyo, así como el del nuevo secretario de Estado de Trabajo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey.

Licenciado en Administración y Dirección de Empresas y en Sociología, especializado en Economía Pública, Israel Arroyo ejercía hasta el momento el puesto de subdirector de Análisis Económico en la AIReF. Este nuevo cargo como 'número dos' de la Seguridad Social, tras el ministro José Luis Escrivá, supone “su vuelta a casa”, apuntan fuentes del nuevo Ministerio.

Arroyo fue en el pasado jefe de Área de Estudios Económicos y Análisis de Coyuntura en la Tesorería General de la Seguridad Social, así como subdirector de Ordenación de Pagos y Gestión del Fondo de Reserva (la llamada 'hucha de las pensiones') y subdirector General de Presupuestos, Estudios Económicos y Estadísticas de este organismo.

Ahora, el economista tomará el relevo del anterior secretario de Estado, Octavio Granado, también gran conocedor de la Seguridad Social, con muchos años al frente de este organismo (tanto con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como en el primer Ejecutivo de Pedro Sánchez). En la pasada legislatura, Granado mantuvo visibles diferencias con la ministra Magdalena Valerio, que se evidenciaron en toques de atención públicos por parte de la máxima responsable de Trabajo y Seguridad Social.

Un equipo técnico para reformar las pensiones

Con su nombramiento, José Luis Escrivá refuerza el perfil técnico y basado en “la evidencia” que destacó este lunes como principios que marcarán su actuación al frente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El principal reto del nuevo equipo de la Seguridad Social pasa por reformar el sistema público de pensiones, que Escrivá defendió que será “equilibrada, creíble y sostenible económica y socialmente”, para la que buscará el consenso del resto de partidos políticos así como de los sindicatos y la patronal. El nuevo ministro se comprometió a que la revalorización de las pensiones volverá a regirse por el IPC, una de las principales reclamaciones de los jubilados en sus protestas.

En su etapa en la AIReF, Escrivá y Arroyo ya lanzaron una propuesta clara para sanear las cuentas de la Seguridad Social a corto plazo y garantizar la sostenibilidad de las pensiones públicas a largo. La Autoridad Fiscal abogó por traspasar el déficit de la Seguridad Social al conjunto del Estado y, en los próximos años, ahondar en la reforma de pensiones de 2011, con aumentos de la edad efectiva de jubilación a través de cambios en “los requisitos de acceso a la jubilación ordinaria y anticipada”, entre otras medidas.

El estudio del organismo apostaba además por ampliar el periodo de referencia en la vida laboral para el cálculo de la pensión. La reforma de 2011 amplió esta referencia hasta los 25 años de vida laboral en 2022, meta a la que se está avanzando de manera progresiva (en 2020 se tienen en cuenta los últimos 23 años). La AIReF recomendó ampliar ese periodo y, como ejemplo, cuantificó que llegar a los 35 años supondría un ahorro de 0,5 puntos en el gasto en pensiones en 2050.

La AIReF ha destacado además la inmigración como pieza clave para sostener las pensiones públicas, para amortiguar el desplome de la población en edad de trabajar en España fruto del envejecimiento de la sociedad. “Las consecuencias de revolución demográfica son difíciles de prever. Sería irresponsable cerrar ojos a esos fenómenos, debemos adelantarnos”, recordó Escrivá este lunes en su primer discurso como ministro.

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