Los empleados de NIKI están conformes con la venta a IAG como la “mejor” opción

La compra de la aerolínea austríaca NIKI por parte del grupo hispanobritánico International Airlines Group (IAG) para que opere como subsidiaria de Vueling ha sido “la mejor solución” que se podía haber logrado para los trabajadores de la compañía con sede en Viena y declarada insolvente.

Así lo afirmó hoy el presidente del comité de empresa de NIKI, Stefan Tankovits, a la radio pública austríaca ORF, tras considerar positiva la transacción anunciada anoche desde Londres.

“Dadas las circunstancias”, la oferta de IAG era “la mejor solución, tanto por el precio de compra, como para los empleados”, pues ahora tienen la información “de que al menos unos 750 de los 1.000 empleados podrán seguir trabajando”, dijo Tankovits.

“También a largo plazo vemos más perspectivas”, añadió.

Asimismo, el presidente del Sindicato de Empleados Privados, Wolfgang Katzian, consideró, en un comunicado, que la venta “da pie al optimismo. Entre todas las opciones es la decisión que garantiza el mantenimiento del mayor número de puestos de trabajo”.

IAG, matriz de las españolas Vueling e Iberia, la irlandesa Aer Lingus y la británica British Airways (BA), anunció anoche la compra de los activos de NIKI por 20 millones de euros.

En un comunicado publicado en Londres, IAG explicó que además se proporcionará liquidez a la compañía quebrada hasta un máximo de 16,5 millones de euros.

La transacción se realizará a través de la creación de una nueva compañía subsidiaria de Vueling que se incorporará como una empresa austríaca y “operará inicialmente de manera independiente”, indicó en la nota.

Según el consejero delegado del grupo, Willie Walsh, el acuerdo “permitirá a Vueling incrementar su presencia en Austria, Alemania y Suiza y ofrecer a los consumidores de la región muchas más opciones de viajes de bajo coste”.

NIKI, fundada en 2003 por el empresario aeronáutico y excampeón mundial de Fórmula Uno Niki Lauda y vendida en 2011 al grupo alemán Air Berlin, volaba con 21 aviones desde Alemania, Austria y Suiza a diferentes destinos turísticos en España, Grecia, Portugal y otros lugares en el Mediterráneo.

Después de que Air Berlin se declarara insolvente a mediados de agosto pasado, Lufthansa quiso hacerse con NIKI para integrarla en su línea de bajo coste Eurowings, pero tuvo que renunciar tras conocerse en diciembre que la Comisión Europea (CE) no iba a dar la luz verde a esa compra por riesgos de monopolio en algunas rutas.

En consecuencia, el 13 de diciembre pasado NIKI solicitó en un tribunal en Berlín abrir un procedimiento de insolvencia y anunció que dejaba de inmediato de volar, lo que en España afectó a más de 300 vuelos.

No obstante, el Gobierno austríaco anunció enseguida que deseaba salvar la aerolínea mediante su venta, al considerar que tenía las condiciones para “sobrevivir”.

IAG se impuso finalmente a otros interesados, entre ellos la compañía irlandesa de vuelos económicos Ryanair y el empresario Niki Lauda.