La estrategia contra el paro juvenil se desinfla
A comienzos de mes, Eurostat certificaba que España volvía a batir su récord de paro juvenil, con una tasa que llega al 57,7%, la más elevada de Europa junto a la de Grecia. Precisamente, hace pocas semanas que Europa decidió repartir cerca de 6.000 millones de euros entre sus socios para que lucharan contra el desempleo juvenil, de los que España recibiría 1.800 millones entre 2014 y 2015.
Sin embargo, los detalles que trascendieron esta semana en la comparecencia de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, distan de lo que el Gobierno planteó al principio: Europa apenas adelantará el 1% del dinero y el plan que desarrollará el Ejecutivo con ese dinero sólo beneficiará a los jóvenes menores de 25 años que se den de alta en un registro.
El debate sobre la financiación es clave para España, que pidió a Europa que, o bien adelantara todo el dinero, o bien este no computara como déficit. La primera posibilidad está agotada: Europa ha dicho que sólo financiará por adelantado el 1% de lo que reciba cada país. El resto lo pagará una vez que cada país haya finalizado sus programas y los haya presentado para su evaluación, algo que puede demorarse meses. Por eso, el Gobierno busca ahora que el dinero que adelante para sufragar el plan no compute como déficit, ya que, lo contrario, descuadraría sus cuentas.
El propósito de Europa es que los Estados miembros que reciban fondos desarrollen la llamada 'Garantía Juvenil Europea'. ¿En qué consiste? En que ningún joven pase más de cuatro meses en desempleo sin recibir una oferta de formación, prácticas o trabajo. España aún no ha concretado cómo lo hará: a finales de diciembre presentó a Bruselas la Estrategia de Empleo y Emprendimiento Joven que aprobó el año pasado y sobre la que pretende que gire su proyecto. El Ministerio de Empleo asegura que dedicará la primera mitad del año a desarrollar el programa para poner en marcha la Garantía Juvenil, que debería estar operativa a finales de año.
No todos los jóvenes podrán beneficiarse: sólo los que tengan menos de 25 años, se den de alta en una plataforma todavía por diseñar, y cumplan con algunos requisitos que Empleo irá concretando. Los servicios públicos de empleo elaborarán un perfil completo de las personas que quieran apuntarse para, más adelante, adecuar las ofertas a sus necesidades.
Fátima Báñez explicaba esta semana en el Congreso las cuatro líneas que quieren desarrollar para luchar contra el paro juvenil: mejora de la intermediación laboral, formación, rebaja de cotizaciones sociales de hasta el 100% para las empresas que contraten jóvenes, y medidas para favorecer el emprendimiento y el autoempleo. En la práctica, implicará reforzar la Estrategia de Empleo y Emprendimiento Joven que el Gobierno aprobó en marzo del año pasado. Sin embargo, de las cien medidas que incluía, sólo 15 eran concretas, como la reducción de cuotas para los jóvenes que se hagan autónomos o la bonificación a empresas. Es decir, España busca que el dinero europeo compense el agujero que algunas de estas medidas dejan en la Seguridad Social.
Sobre la intermediación laboral, la ministra ha hablado de “reforzar” los servicios públicos de empleo, pero también de mejorar la colaboración con las agencias privadas de colocación. Una de las últimas medidas del Ministerio de Empleo ha sido permitir a las ETT registrar contratos en prácticas para poner a disposición de otras empresas.
