Las exportaciones alimentarias españolas a China crecen 58 % en el primer semestre

Las exportaciones de productos agroalimentarios españoles a China crecieron un 58 por ciento interanual en valor durante el primer semestre del año, impulsadas no sólo por sus tres pilares (vino, aceite de oliva y carne porcina) sino por la entrada de nuevos productos.

Así lo explicó a Efe hoy Eduardo Euba, el consejero jefe de la Oficina Económica y Comercial de España en Shanghái, que coordinó un año más el pabellón español (uno de los mayores, con 91 empresas, incluidas 52 bodegas y seis cárnicas) en la feria Food & Hotel China (FHC 2015), una de las grandes citas anuales del sector en Asia.

Las tres categorías de productos más vendidas de España en China experimentaron un fuerte crecimiento en valor en la primera mitad del año, respecto del mismo período de 2014, y mientras el vino y el aceite de oliva habían frenado su ritmo el año pasado, ahora también vivieron un fuerte aumento.

Las ventas españolas a China de carne y despojos de porcino aumentaron un 46 por ciento interanual en el primer semestre, hasta unos 146.800 millones de euros.

“Con la subida de los sueldos aumenta cada vez más la demanda general de carne en el país, y la producción nacional todavía no da abasto, por lo que están siendo años intentos para las empresas españolas en el sector” autorizadas a vender en China, explicó Euba.

Las exportaciones de vino, por su parte, crecieron un 42 por ciento interanual en el período mencionado, hasta 54,4 millones de euros, gracias a “una coyuntura del mercado más positiva”, mientras se supera la reciente burbuja que se formó en el país con este producto aún relativamente novedoso en el mercado.

“La impresión que tenemos es la de que se ha reducido el número de operadores 'no muy profesionales' que se habían introducido en el mercado del vino porque pensaban que podían hacer mucho dinero, aunque lo hacían sin saber mucho del mercado” ni del producto, lo que creó acumulaciones de vino almacenado que ya se van superando.

Ahora, “con menos jugadores pero con unas bases más sanas”, el mercado vuelve a crecer con fuerza probablemente porque, por naturaleza, “debe crecer” mucho todavía, señaló Euba.

“El consumo per cápita de vino en China va a seguir aumentando, este país es muy grande y en las ciudades de segundo y tercer nivel el potencial de crecimiento es todavía enorme”, recordó.

En aceite de oliva, donde España acapara desde hace años cerca del 60 por ciento del mercado, la cuota se mantiene, aunque en el primer semestre de 2015 se vendieron ya 43,2 millones de euros de producto español, un 60 por ciento más que en el mismo período de 2014.

“El mercado del aceite en realidad está más estabilizado en volumen, pero creció en valor porque los precios están muy altos ahora mismo por el perfil de la última cosecha en España, ya que por razones climatológicas resultó ser relativamente pequeña, y el precio se ha disparado”, explicó Euba.

Con todo, nuevos productos españoles siguen abriéndose paso con una presencia cada vez mayor en el mercado chino que se refleja en las cifras, con crecimientos interanuales espectaculares en algunos casos, dado que están aún en una fase incipiente de su entrada y que el mercado chino es enorme, pero el aumento por ahora es importante.

En cítricos frescos, a pesar de que España y China tienen un protocolo que permitía su entrada desde 2007, está siendo ahora cuando se están disparando especialmente en el gigante asiático, dadas las dificultades que tuvieron en 2014 las naranjas de California para ingresar al país, cuyo lugar ocuparon las españolas.

Las ventas de cítricos de España a China crecieron así un 218 por ciento en el período mencionado, hasta 3,5 millones de euros, aunque en contraste, los zumos de frutas vendieron sólo 1,6 millones de euros, un 10 por ciento menos interanual.

La cerveza española, cada vez más presente en las grandes ciudades chinas, aumentó también sus exportaciones al mercado oriental en un 150 por ciento, hasta 13 millones de euros, y algo similar ocurrió con el chocolate, del que se vendieron dos millones de euros (un 120 por ciento más interanual), entre otros productos.