Los hoteles del litoral andaluz cierran 38 % de las plazas en temporada baja

Los establecimientos hoteleros ubicados en en las cinco provincias andaluzas del litoral mantienen cerradas el 38,3 por ciento de las plazas, lo que supone un mantenimiento de la estacionalidad en relación al pasado año, según un informe elaborado por Comisiones Obreras.

Atendiendo a este estudio, el porcentaje de camas cerradas ha aumentado dos décimas en relación a 2014, a pesar del “excelente” año turístico en Andalucía, que apunta a un récord histórico de pernoctaciones.

La única tendencia positiva en los últimos años se observa en que algunos hoteles, al menos en la provincia de Málaga, prolongan su apertura y cierran más tarde debido a la demanda y al clima, ha explicado a Efe el secretario de Política Institucional de la Federación Estatal de Servicios de CCOO, Gonzalo Fuentes.

En las provincias de Málaga, Granada, Cádiz, Huelva y Almería permanecen cerrados 145 establecimientos hoteleros reglados, lo que equivale a 61.483 plazas, frente a los 144 hoteles y 61.083 camas de la temporada baja anterior.

Las más afectadas por la estacionalidad, en términos relativos, son tradicionalmente las provincias de Cádiz, Huelva y Almería, mientras que el mayor número de plazas cerradas corresponde a Málaga, que es a su vez la que concentra la mayor oferta hotelera.

En concreto, en Cádiz han cerrado 38 hoteles que suponen 13.857 camas; en Huelva, 19 establecimientos con 11.555 plazas; en Almería, 25 hoteles que suman 11.702 plazas; en Granada, dos hoteles con 388 camas y en Málaga, sesenta establecimientos con 24.111 plazas.

Fuentes ha lamentado que este año no haya sido posible poner en marcha la Red de Municipios contra la Estacionalidad Turística por el adelanto de las elecciones autonómicas, la “tardanza” en constituir el Parlamento andaluz y la celebración de los comicios locales.

Ha hecho hincapié asimismo en la importancia de que todas las partes implicadas en la industria turística apliquen el Plan de Choque contra la Estacionalidad, concebido con el objetivo de que se reduzca cada año en cinco puntos el porcentaje de camas cerradas en el litoral.

En este sentido, ha aludido a las consecuencias sociales que tiene el cierre de hoteles, no solo en términos de renta y empleo, sino de aprovechamiento de oportunidades de negocio para atraer flujos turísticos en temporada baja.

El cierre de un alto porcentaje de la planta hotelera hace, según CCOO, “demasiado daño” a la imagen turística, y conlleva que tampoco abran otras empresas de la oferta complementaria.

El sindicato insiste en que la estacionalidad es el problema estructural más importante que tiene la industria española y andaluza, que ha achacado a la bonanza turística de los últimos 15 años, antes de la crisis, y a que en general se ha “bajado la guardia” en la lucha contra este problema.