Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

La mayor patronal de Brasil aboga por un cambio político y elogia al vicepresidente

La mayor patronal de Brasil aboga por un cambio político y elogia al vicepresidente

EFE

Sao Paulo —

0

El presidente de la Federación de Industrias de Sao Paulo (FIESP), Paulo Skaf, defendió hoy la urgencia de un cambio político en Brasil, el cese de la presidenta, Dilma Rosseff, para recuperar la “confianza” de los inversores y señaló que el vicepresidente Michel Temer tiene “el perfil adecuado” para liderar el país.

El directivo del mayor y más influyente gremio brasileño de empresarios ratificó, en una entrevista con Efe, su apoyo al proceso de apertura del juicio político con miras a la destitución de la mandataria Dilma Rousseff, una decisión que la FIESP hizo pública el lunes junto al Centro de Industrias del Estado de Sao Paulo (CIESP).

De acuerdo con Skaf, presidente de ambas instituciones, “un cambio en el escenario político podría hacer nacer una nueva esperanza, es decir, rescatar la confianza, la credibilidad y hacer que se retomen las inversiones y el consumo”.

Precisamente hoy Brasil perdió su grado de inversión, el estatus que lo avalaba como país seguro para los inversores. La agencia de calificación de riesgo Fitch rebajó la nota para el crédito soberano del país hasta la categoría de especulativa.

La agencia Standard & Poor's ya redujo en septiembre la nota de la deuda brasileña, por lo que sólo Moody's mantiene a Brasil en el nivel de los considerados buenos pagadores, aunque ya advirtió la semana pasada sobre una posible revisión a la baja catalizada por el vendaval político que planea sobre el país.

Una coyuntura que Skaf achacó a la “falta de gestión competente” de Rousseff, por lo que, según dijo, sería una “situación muy mala” que la presidenta mantuviera su mandato durante tres años más.

En contraposición, Skaf destacó las capacidades del vicepresidente Temer, primero en la línea de sucesión en caso de que Rousseff sea destituida y líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que también pertenece el empresario,

“El vicepresidente es un hombre muy preparado, muy habilidoso, tiene bastante paciencia y mucha experiencia en política”, dijo Skaf, quien agregó que Temer “puede tener el perfil adecuado” para un momento “en el que haya necesidad de conciliación, diálogo y entendimiento”.

En opinión de Skaf, es “muy difícil” que el Ejecutivo de Rousseff, “grande, pesado, intervencionista y que entorpece el desarrollo”, consiga recuperar la confianza del mercado para revitalizar la economía de Brasil, en recesión técnica.

La economía brasileña se contraerá un 3,62 % este año, según la última previsión de los analistas.

“Para la nación brasileña lo ideal es que haya un cambio rápido porque la crisis política está contaminando la economía”, subrayó el presidente del gremio industrial.

Y añadió: “cuanto más rápido cambie (el Gobierno), menos costes (económicos) tendrá para Brasil”.

Skaf descartó que el juicio político contra Rousseff ahonde aún más las maltrechas finanzas brasileñas, que el Ejecutivo trata de aliviar con un polémico paquete de medidas de ajuste fiscal, pero cuya discusión en el Congreso ha quedado paralizada a raíz del proceso con vistas a destituir a la mandataria.

“El problema está en la falta de prestigio del Gobierno porque del ajuste fiscal se habla desde el pasado enero y ya pasó un año entero”, explicó el directivo.

Skaf opinó asimismo que “el ajuste fiscal que espera la sociedad no es el aumento de los impuestos, sino que el Gobierno tome soluciones para reducir sus gastos y desperdicios y que combata la corrupción con mucho rigor”.

El proceso contra Rousseff fue autorizado por el jefe de los Diputados, Eduardo Cunha, y se basa en unas irregularidades fiscales que el Gobierno llevó a cabo para maquillar sus cuentas.

Estas maniobras han sido consideradas por la oposición como “delitos de responsabilidad”, una de las causas contempladas por la Constitución para destituir a un mandatario.

Etiquetas
stats