La petrolera líder japonesa JX acuerda su fusión con la tercera del sector

La mayor petrolera japonesa, JX Holdings, ha acordado su fusión con su competidora TonenGeneral Sekiyu, en una nueva reestructuración del sector en Japón tras la caída continuada de los precios del crudo, informaron hoy los medios locales, aunque las empresas afectadas todavía no lo han confirmado.

La operación tiene lugar después de que las también petroleras niponas Idemitsu Kosan y Showa Shell Sekiyu acordaran formar una empresa conjunta a mediados de noviembre, que dará lugar a la segunda mayor empresa del sector en el país asiático por volumen de ventas, con unos 7,6 billones de yenes (58.520 millones de euros).

El líder nipón del sector y TonenGeneral, la tercera compañía actualmente por volumen de ventas, han pactado los términos generales para su fusión con el objetivo de mantener su rentabilidad y su competitividad pese a la caída de la demanda y de los precios del crudo, según dijeron fuentes empresariales al diario nipón Nikkei.

La facturación anual por ventas de la compañía resultante ascenderá a 14,3 billones de yenes (110.110 millones de euros), lo que la mantendrá como primera empresa del sector en el país asiático, informó la agencia local Kyodo.

Ambas empresas operan en toda la cadena de producción del crudo, desde la refinería hasta su distribución.

JX, por su parte, reconoció que está “estudiando su fusión con TonenGeneral en un momento difícil para el sector petrolero”, aunque señaló en un comunicado que “aún no hay ningún hecho consumado”.

Estos movimientos en el sector petrolero nipón van en línea con las recomendaciones de Tokio, que llamó a las principales empresas del país a iniciar un proceso de reestructuración para adaptarse a un nuevo modelo energético menos dependiente del crudo y con mayor peso de las renovables.

La demanda de gasolina en Japón ha caído a un ritmo del 2 por ciento interanual en los últimos años debido al auge de los vehículos híbridos o con bajo consumo de combustible, y se prevé que en 2019 se sitúe un 10 por ciento por debajo del nivel de 2014, según datos del Ministerio nipón de Economía, Comercio e Industria.