Los sindicatos temen que el Gobierno recorte prestaciones para cumplir con la CE

Los sindicatos UGT, CCOO y USO manifestaron hoy su preocupación por el anuncio realizado por la Comisión Europea del “esfuerzo estructural” de 2.500 millones que tiene que hacer España, y temen que el Gobierno lo realice mediante el recorte de prestaciones sociales.

Las tres organizaciones sindicales realizaron estas declaraciones a los medios antes del comienzo de la manifestación en Madrid en contra de las políticas de recorte y en defensa de los servicios públicos y las pensiones.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez; el de CCOO, Ignacio Fernández Toxo; y el de USO, Julio Salazar, coincidieron en advertir de su preocupación acerca de este anuncio del Eurogrupo, que pidió ayer a España que concrete las reformas pendientes y que lleve a cabo una “segunda ronda” de reforma del mercado laboral.

Los líderes sindicales se preguntaron si el Gobierno va a asestar un nuevo golpe a las políticas de prestación de desempleo y aseguraron que, “de ser así, sería un gravísimo error”.

El secretario general de UGT duda de que el Gobierno “no vaya a meter más la tijera en el ajuste” y de que vaya a obtener el importe que pide la CE de la “simplificación de las modalidades de contratación”.

“Eso no lo vemos ni por el forro”, ha resaltado Méndez, que se teme que el Gobierno acabe “girando la mirada y lo saque de las políticas de prestación de desempleo”.

Los líderes sindicales han expresado su preocupación por la futura Ley de servicios mínimos que estudia el Gobierno y han indicado que con ella se tratará de “menoscabar el derecho a la huelga”.

En ese mismo sentido, Toxo ha preguntado, a quienes propugnan recortes del derecho a la huelga, si creen que “la gente puede vivir con 800 euros de salario”.

A su juicio, eso es lo que tiene que estudiar el Ejecutivo “para responder a los derechos de la ciudadanía”.

Los tres han coincidido en que, para salir de la crisis, hay que hacerlo de la mano de la inversión y han mostrado “unanimidad” con la confederación europea de sindicatos en el rechazo a las políticas de recorte, “mal llamadas políticas de austeridad”.