La subsidiaria nipona de Novartis encara una orden de suspensión en Japón

El Ministerio de Sanidad nipón ordenará a la división japonesa del gigante farmacéutico Novartis que suspenda sus actividades durante 15 días por no informar acerca de efectos secundarios graves de varios de sus productos, según adelantaron hoy a la agencia Kyodo fuentes cercanas al asunto.

La subsidiaria japonesa con sede en Tokio de la multinacional suiza será la primera farmacéutica en recibir una suspensión de este tipo en Japón, según dichas fuentes.

El Gobierno nipón emitió una primera amonestación para la empresa en julio, tras determinar que no informó correctamente sobre los efectos colaterales de dos medicamentos para tratar la leucemia.

Novartis realizó entonces una investigación interna a instancias del Ministerio de Sanidad y el pasado octubre admitió que no había informado a las autoridades sanitarias, tal y como marca la ley nipona, acerca de un total de 3.267 casos de pacientes que sufrieron problemas de salud, posiblemente derivados del uso de 26 de sus fármacos.

Las farmacéuticas están obligadas en Japón a informar de los efectos secundarios significativos que presenten personas que utilicen sus productos con plazos máximos desde la primera detección de los síntomas de 30 o 15 días, dependiendo de la gravedad de los mismos.

Novartis determinó en su investigación que la información que llegó de los hospitales a sus representantes de venta sobre estos efectos adversos no fue posteriormente transmitida a las secciones de la empresa encargadas de informar a las autoridades sanitarias.

La rama japonesa de Novartis ha sufrido varios encontronazos en los últimos tiempos con el Gobierno nipón, que la denunció en 2013 por publicitar de forma engañosa el Diovan, un medicamento contra la hipertensión.

Por ello, en junio del año pasado detuvo a un exempleado de la empresa al que ha imputado la manipulación de los estudios clínicos del Diovan.