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Los trabajadores vuelven a parar el metro de Lisboa por tercera vez este mes
La huelga parcial convocada por los trabajadores del metro de Lisboa volvió a parar el servicio durante las primeras horas de la mañana, por tercera vez este mes de enero, en protesta por la política de ajustes del Gobierno luso.
Las estaciones de metro amanecieron cerradas hoy y la circulación de convoyes no recuperó la normalidad hasta las 10.30 horas GMT después de cuatro horas suspendida, según informó la propia compañía.
La jornada de paros forma parte del calendario de movilizaciones establecido por los sindicatos del sector, que mantienen su objetivo de paralizar el servicio una vez por semana.
Los trabajadores justifican esta postura por los recortes incluidos en los Presupuestos Generales del Estado de 2014, aprobados con el apoyo de los partidos que conforman la alianza conservadora en el Gobierno y el voto en contra de la oposición de izquierdas.
En el texto se incluyen varios ajustes destinados a los empleados del sector público, entre ellos una rebaja salarial.
La protesta también pretende servir como señal de rechazo a una posible privatización de la empresa pública que actualmente gestiona el servicio del suburbano lisboeta, que arrastra fuertes deudas.
Portavoces sindicales señalaron que la adhesión a la huelga parcial de hoy fue “elevada”, sin dar cifras concretas, mientras que desde la compañía declinaron proporcionar datos sobre el seguimiento.
El sector de los transportes públicos se ha convertido en uno de los más activos en el enfrentamiento con el Ejecutivo conservador luso, que justifica su política de ajustes por la necesidad de reducir el déficit para cumplir con los límites acordados con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio del rescate concedido al país en 2011.
En el caso del metro de Lisboa, las jornadas de movilización fueron ya una constante el pasado ejercicio, cuando también se introdujeron severos cortes del gasto público.
La paralización del servicio a primera hora de la mañana ha provocado las quejas de los usuarios y de los comercios instalados en sus estaciones, y la empresa que gestiona el servicio cuantificó el impacto de estos paros de cuatro horas en cerca de 200.000 euros.
El suburbano lisboeta cuenta con cuatro líneas, más de medio centenar de estaciones y transporta diariamente a cerca de 450.000 personas, según datos de la compañía.
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