Hyundai aparca el hidrógeno y se apunta a la electricidad con el nuevo Ioniq
Como si en el hall de todos cuarteles generales de los gigantes automovilísticos un lema alentase a los empleados a seguir trabajando “por un futuro más ecológico”, la industria avanza sin remedio hacia un escenario alternativo al petróleo. Las fuentes de energía son variopintas, pero a corto plazo la electricidad no tiene rival. Así lo ha entendido Hyundai que aparca (momentáneamente) su predilección por el hidrógeno y de aquí a la primavera de 2017 se electrifica con tres versiones del nuevo Ioniq: híbrida, eléctrica e híbrida enchufable.
La primera de ellas, Ioniq Hybrid, llega a España este mes de octubre, con una atractiva carta de presentación: 141 CV de potencia, 3,4 litros de consumo homologado y 23.900 euros de precio oficial. Su silueta de coupé, su longitud de 4,47 metros y su carrocería de cinco puertas (con un portón que abre un espacio de maletero de 443 litros) son algunas de sus credenciales para catalogarlo como el nuevo rival del Toyota Prius.
Desarrollado específicamente para llevar las tres opciones motrices (“no es una berlina adaptada”, dice el responsable de producto de Hyundai), el Ioniq Hybrid destaca por su construcción ligera (1.440 kilogramos en vacío gracias a la utilización masiva de aceros de alta resistencia y parcial de aluminio en capó, portón y amortiguación) y su óptima aerodinámica (con un 0,24 de Cd, además de rejillas frontales de aire activas y bajos carenados).
El sistema híbrido está compuesto de un motor gasolina 1.6 litros atmosférico de 105 CV y cuatro cilindros; un motor eléctrico delantero de 43 CV y 170 Nm; un cambio automático de doble embrague y seis velocidades; y unas baterías de litio colocadas bajo los asientos traseros. En combinación, ambos motores rinden 141 CV y 265 Nm de par máximo, pudiendo circular a velocidades de hasta 185 km/h.
A diferencia de su enemigo público número uno japonés, el Ioniq Hybrid no tiene un botón para forzar el funcionamiento puramente eléctrico del sistema híbrido. Homologa dos kilómetros y velocidades de hasta 120 km/h antes de que el motor de gasolina se encienda, siempre y cuando el estado de las baterías y las circunstancias de circulación así lo permitan (proyectándose en el cuadro de instrumentos las letras EV). Hay un modo, ECO, que favorece la conducción eficiente sobre la dinámica.
Además, y por eso de alejar los populares fantasmas del aburrimiento de los coches híbridos, el Hyundai Ioniq Hybrid incluye un modo SPORT. Desplazando la palanca del cambio hacia la izquierda (letra S), el motor de gasolina nunca se apaga y colabora en labores prestacionales, los cambios de marchas se realizan a un mayor régimen y la dirección ofrece un tacto más directo (además, como detalle estético, el cuadro se colorea de rojo con velocímetro digital y cuentarrevoluciones de estilo analógico).
Hyundai no ha descuidado aspectos más terrenales como los acabados interiores y el equipamiento. Esa atmósfera tecnológica que se respira a bordo se redondea con una presentación de mayor calidad a la media de la marca y la utilización, por primera vez, de materiales reciclados y respetuosos con el medio ambiente. En cuanto a la dotación, destacan los asistentes de seguridad habituales en el segmento C-D y el sistema de integración del teléfono móvil para Apple (CarPlay) y Google (Android Auto).
