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Ruta por la obra arquitectónica de Le Corbusier

Casa de la Cultura en Firminy, Francia.

Elisa Caballero / Elisa Caballero

Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier, está considerado como uno de los máximos exponentes de la arquitectura moderna y uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. Dicen que abrió las puertas a una arquitectura humanista, que siempre tomaba al ser humano como unidad de medida. Sin embargo, su figura está teñida de polémica por sus vínculos con el fascismo. “La arquitectura es una puesta en orden. Cada uno bien alineado, en orden y jerarquía, ocupando su lugar”, dejó escrito el arquitecto.

El 15 de marzo de 2006, parte de sus obras arquitectónicas fueron declaradas “Patrimonio de la Humanidad” en la categoría de bien cultural por ser “un testimonio de la invención de un nuevo lenguaje arquitectónico que rompió con el pasado”. Este reconocimiento implica la protección de 17 lugares concretos situados en varios países: Alemania, Argentina, Bélgica, Francia, India, Japón y Suiza. Fueron construidas a lo largo de cincuenta años en el curso de lo que Le Corbusier denominó como su “búsqueda paciente”. Estas son algunas de ellas:

Complejo del Capitolio - Chandigarh, India

Complejo urbano construido tras la declaración de la independencia de la India en 1947, simboliza la apertura de una nación a la libertad y modernidad. Es el único proyecto urbano diseñado y ejecutado por el arquitecto franco-suizo, aunque en él han participado muchos otros arquitectos como Albert Mayer, Pierre Jeanneret y Maxwell Fry, entre otros. Chandigarh es una ciudad llena de parques y jardines, con un entramado en forma de cuadrícula. El plan inicial pretendía acoger a 500.000 personas, organizadas alrededor de una unidad básica, denominada “el sector”, y con el terreno subdividido en unidades vecinales que alojarían a 150 familias cada una.  

Actualmente, en Chandigargh habitan un millón de personas y cada sector opera como una ciudad independiente con sus propias infraestructuras y servicios. Toda la ciudad está rodeada de un cinturón verde de 16 kilómetros de ancho, lo que evita que haya más construcciones cerca de la urbe. Cabe destacar que el nivel de alfabetización en Chandigarh es muy elevado (97%), muy por encima de la media nacional (62%).

El Capitolio, el núcleo del proyecto, es la zona monumental más importante y se puede visitar. Los edificios que comprende representan los poderes del estado democrático: las Cortes (poder judicial); el Secretariado (poder ejecutivo); Asamblea Legislativa (poder legislativo); Palacio del Gobernador; Fosa de la Contemplación y, por último, los estanques.

Unité d’habitation - Marsella, Francia

También en 1947 le encargaron a Le Corbusier este proyecto: construir un edificio residencial multifamiliar en Marsella para familias que habían sido desplazadas por la Segunda Guerra Mundial.

Las obras finalizaron en 1952 y tuvieron como resultado un edificio que pone énfasis en la vida en común y que da cabida a 1.600 residentes. Su idea de “ciudad jardín vertical” se vio satisfecha en este complejo. El techo se convierte en un jardín donde los habitantes pueden hacer deporte, pasear, reunirse y donde, además, hay una guardería, un gimnasio y una piscina. El edificio también alberga un centro médico, tiendas y hasta un pequeño hotel. En definitiva, sería como una pequeña ciudad dentro de una ciudad, convirtiéndose en un ejemplo de vivienda pública en todo el mundo.

Museo Nacional de las Artes Occidentales - Tokio, Japón

Matsukata, un empresario japonés, tomó como “prisionera” durante la I Guerra Mundial una gran parte de la colección de arte impresionista del gobierno francés, que incluía obras de El Greco y esculturas de Rodin. Tras la contienda, el gobierno francés decidió confiscar estas obras y en 1956 Japón solicitó a Francia que se las devolviera. El gobierno galo accedió, pero puso como requisito que fuera un francés el que diseñara el museo donde se expondrían las obras. Ahí apareció Le Corbusier.

En 1959 abrió sus puertas esta pinacoteca de estilo modernista en cuyo interior el desplazamiento se lleva a cabo por rampas y un sistema de tragaluces aporta luz natural a las galerías. La fachada está hecha de paneles prefabricados de hormigón que descansan sobre soportes de acero. En el presente, continúa abierto y acoge la obra de significantes artistas occidentales como Manet, Picasso y Pollock. Se puede visitar todos los días, excepto los lunes.

Casa de la Cultura - Firminy, Francia

Su construcción finalizó en 1965 y fue una de las últimas obras del arquitecto. Se asemeja a una bóveda del revés, pues el techo descansa sobre un sistema de cables. Como curiosidad, todos los muebles del edificio han sido diseñados por Pierre Guariche, un arquitecto que trabaja con “el modulor”, una unidad de medida instaurada por Le Corbusier cuyo objetivo reside en crear armonía y definir las proporciones adaptadas a la escala humana. Actualmente sigue funcionando como centro de espectáculos y de creación artística, escuela de música y centro de interpretación.

Este edifico forma parte de un enclave completamente diseñado por Le Corbusier que también incluye la iglesia de San Pedro, una casa de apartamentos y un estadio. En Firminy, contrasta la modernidad de estas construcciones con, por ejemplo, la puerta de Saint Pierre del siglo XII, un portal de arco románico, restos de la iglesia de Saint Pierre, destruida en 1932.

Casa Curutchet – La Plata, Buenos Aires

Tras varias intentonas fallidas de expandir sus obras a América del Sur, Le Corbusier se dispuso en 1948 a proyectar los planos de la Casa Curutchet por mandato del cirujano Pedro Domingo Curutchet. La vivienda, actual sede del Colegio de Arquitectos de La Plata, fue edificada en un terreno de 180 m², entre paredes medianeras, teniendo en cuenta las particularidades del entorno urbano, así como su proximidad a un bosque. La obra implicó varias dificultades, entre ellas el hecho de que el terreno contase con una inclinación de cerca de 45º grados y que el espacio estuviera limitado por medianeras, una circunstancia a la que anteriormente el arquitecto no se había visto obligado a hacer frente.

La importancia de la Casa Curutchet en el paisaje urbano de la ciudad bonaerense es tal que en diciembre de 2010 el Senado promulgó una ley que declaró el inmueble “de utilidad pública y sujeto a expropiación”, con el objetivo de “preservar, enriquecer y difundir el patrimonio cultural, histórico, arquitectónico y urbanístico”.

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