Parten los primeros 20 militares españoles del relevo de las tropas en Mali
El próximo día 11 lo hará el resto de los 106 militares de esta misión en el campamento de Koulikoro, cerca de Bamako, donde se desarrollan labores de asesoramiento al ejército maliense.
La despedida de sus familiares se ha llevado a cabo en la base militar pacense de Bótoa y, de allí, los efectivos se han dirigido hasta el aeródromo de Talavera la Real.
El Hércules C130 en el que viajan llegará a la capital maliense en seis horas y una vez allí serán los encargados de preparar el equipamiento para el resto del contingente, que estará seis meses.
El general jefe de la Brigada de Infantería Mecanizada (BRIMZ) XI, Francisco José Dacoba, ha explicado a los medios que la misión consiste en dar apoyo al ejército maliense con el objetivo de dotarle de las capacidades “mínimas” para garantizar la seguridad en el país.
Ha explicado que la mitad norte de Mali está habitada principalmente por tribus tuareg, mientras que al sur son pueblos de raza negra, y estas diferencias en el país llevaron a un golpe de Estado hace dos años.
El conflicto se resolvió gracias a un acuerdo que debe “consolidarse” ahora a través del fortalecimiento de las instituciones de gobierno, entre ellas la defensa, ha explicado.
Para ello, se les instruirá en materia de artillería, morteros, seguridad u operaciones especiales, entre otras cuestiones.
El grueso de la misión española lo aporta la Brigada Mecanizada Extremadura XI, aunque también hay un equipo de entrenamiento de operaciones especiales procedente de Alicante y otros apoyos puntuales en áreas como transmisiones o logística.
En la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea para Mali participan 26 países y desde 2013 se han desplegado más de mil militares.
Antes de despegar, los militares han comentado que lo más complicado de la misión es separarse de sus familiares, sobre todo de sus hijos pequeños, como es el caso del teniente instructor de apoyo de fuego Manuel Calderón.
“Alejarme durante este tiempo de mi hijo pequeño es difícil; además, parece que supiera que me voy a ir, pues no me ha dejado durante todo el fin de semana”, ha indicado.
Pese a esta dificultad, el capitán Francisco Manuel Pérez ha manifestado que gracias a las nuevas tecnologías se puede tener ya un contacto permanente con la familia.
Todos han reconocido que deberán adaptarse a las características del ejército maliense, con una infraestructura más antigua a la española.
