Siex propone una solución de minería pública para Monesterio
Desde Siex(Socialistas Independientes de Extremadura) siempre hemos defendido el valor de lo público, desde la praxis socialdemócrata, que es la que en cualquier instancia desde nuestra opinión debiera sustentar la economía social de mercado, como garante de la dignidad humana, sostenida en gran medida por el pleno empleo, por encima de consideraciones especulativas, competitividad y ganancia a cualquier precio. En ese tenor hemos creído que los sectores estratégicos han de estar gestionados por empresas públicas de carácter instrumental, defendiendo al mismo tiempo el carácter privado y competitivo para la producción y comercio de los bienes de consumo y de los servicios derivados del propio mercado.
Hemos expresado esa posición, junto a la voluntad de desarrollarla, en resoluciones de nuestro último congreso y en propuesta concreta elevada a los ámbitos de decisión política que representaban nuestros socios en la anterior legislatura del Parlamento de Extremadura, instalados en los escaños de la coalición IU/Siex, sin que dicha iniciativa tuviera, lamentablemente, resultados positivos.
Ahora, sorprende a toda la sociedad extremeña que la multinacional explotadora de la mina Aguablanca de Monasterio / Extremadura, una o de las reservas de níquel y otros aprovechamientos más notables de Europa, cierre la explotación, entendiendo que los mercados no garantizan sus beneficios. Es el problema de siempre, en la medida en que las ganancias se anteponen a las razones humanas. Siex considera que es el momento, por tanto, de combinar ambas cuestiones: la defensa del empleo, en una comarca deprimida, y la funcionalidad de un recurso singular.
Para ello deben forzarse las estrategias intervencionistas, junto a la solidaridad interregional en la absorción por la industria de unos metales con los que se fabrican automóviles, muebles o enseres domésticos y que bien podrían generar valores añadidos aquí, en lugar de navegar tantas millas para llegar a servir a las industrias chinas, las que curiosamente funcionan en el contexto de un capitalismo de Estado que ahora está en crisis.
Resulta evidente, para que cierta sociedad lo sepa y empiece a cuestionar su fe ciega en un capitalismo que aquí sirve de ejemplo, que las personas importan poco a ciertos intereses especulativos o financieros y que por tanto, llegados a esa “línea roja”, los poderes públicos deben intervenir.
Creemos que en Extremadura deben tomarse decisiones que impidan utilizar los recursos geológicos – mineros, en beneficio de unos pocos accionistas y no redistribuirlos desde un punto de vista social. Va en ello el futuro de un territorio fuertemente dotado de esos recursos, generados y acumulados en eras geológicas, cientos de millones de años atrás. Es vital administrarlos para el común, para beneficio de la productividad y el empleo de los pueblos de Extremadura, de sus habitantes.
Por ello Siex apoyará decididamente las estrategias que el gobierno de la región, su presidente, y quienes le secunden, propicie para gestionar la mina de Aguablanca a través de empresas públicas, o mixtas, a tal efecto, manteniendo su actividad extractiva y los valores añadidos, derivados de la acción fabril y la manipulación industrial de los minerales obtenidos.
Para ello debe estimarse la colaboración de otras instancias del Estado Español y de la Unión Europea, dada la condición de Extremadura como región Objetivo Uno. Y todo ello enmarcado, como mínimo, en el segmento de tiempo que dure la situación de crisis, con la consecuente bajada de la demanda, para reconsideración posterior del proceso, en una previsible recuperación del sector y la salida comercial de los stocks almacenados como activos contables, en el peor de los supuestos, hasta su venta.
