Retrospectiva de la salud pública en la ciudad de Badajoz durante el siglo XIX
Los presupuestos municipales del siglo XIX en Badajoz nunca fueron suficientes para atender las necesidades de la población. Las epidemias de viruela y cólera pusieron de manifiesto la falta de legislación adecuada para afrontarlas y prevenirlas.
Estas son algunas de las conclusiones de una tesis que doctoral de la Universidad de Extremadura, que investiga la atención del poder público ante enfermedades y epidemias en la capital pacense. Según el estudio en la primera mitad del siglo la beneficencia se aborda intentado reducir sus manifestaciones más extremas, y es a partir de 1849 cuando aparece la intervención pública para hacer frente a las necesidades de la población.
Durante esta época, el cabildo y los hombres de “probada inteligencia” llevaban las riendas de qué se hacía y porqué en Badajoz en materia de salud pública. La sociedad española en general y la badajocense en particular estaba polarizada en dos bloques extremos: una minoría de ciudadanos poderosos e influyentes y una inmensa base con apenas recursos para sobrevivir dignamente. Estas diferencia tan notables se ven reflejadas en la salud pública de los ciudadanos.
La tesis
Ha sido presentada por la investigadora Maite Fenés, que ha realizado una búsqueda bibliográfica exhaustiva sobre el tema y la configuración de una base de datos, así como el vaciado de las actas capitulares de Badajoz del siglo XIX, que se encuentran en el Archivo Histórico Municipal de Badajoz.
Ha estado dirigida por el profesor de la UEx Diego Peral Pacheco y ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude. En ella ha tratado diferentes cuestiones sanitarias a través de las actas capitulares del consistorio pacense.
El objetivo principal de la tesis ha sido conocer qué se hizo desde el ayuntamiento de Badajoz en materia de salud pública y qué resultados se obtuvieron en la ciudad, explica la autora de este trabajo.
Según Maite Fenés, lo que desembocará en el siglo XX en salud pública, a lo largo del siglo XIX en España no era una organización técnica o administrativa, sino una actividad gubernativa, correspondiente al ámbito de la policía de salubridad, confiada a jefes políticos y alcaldes que toman medidas según el estado de necesidad de protección de un bien de propiedad individual y/o colectiva como es la salud.
