Los trabajadores de Acorex convocan una huelga general y una manifestación en defensa de sus empleos

Los trabajadores del grupo de cooperativo Acorex han acordado en una asamblea celebrada este viernes convocar una huelga general para el próximo 6 de abril, un día antes de la asamblea de socios previsto para aprobar o rechazar el Plan de viabilidad que elabora la dirección. Igualmente, han decidido manifestarse el 11 de abril en Mérida en defensa de sus puestos de trabajo amenazados por un ERE que pretende reducir la plantilla en un 50% (en 81 personas, según la primera propuesta de la empresa).

Los trabajadores intentan así mostrar el rechazo al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) puesto sobre la mesa por la dirección de la empresa e incidir en la necesaria implicación del Gobierno extremeño, así como rechazar “el inmovilismo” que está manteniendo en la situación que está viviendo el grupo ACOREX. Consideran los trabajadores que el ERE, que plantea el despido de 81 empleados, es “brutal”, y señalan que de llevarse a término también “se verían salpicadas” las pequeñas cooperativas, ya que si se reduce la capacidad de ACOREX en general “se reduce la del resto de cooperativas integradas”.

Los trabajadores ha acordado iniciar una ronda de contactos con representantes de partidos y asociaciones, así como del propio gobierno, antes de la celebración de las movilizaciones. La asamblea de trabajadores, según recoge EFE, también ha ratificado el acuerdo alcanzado ayer con la dirección de Acorex para cobrar en seis mensualidades unos 800.000 euros de la deuda pendiente con los trabajadores, una cantidad en la que entraría la mitad del 7,1 por ciento de la reducción salarial aplicada a la plantilla desde 2013.

Sin Plan de Viabilidad

Mientras la plantilla se pone en huelga, el grupo sigue a la deriva sin propuesta de para refinanciar la deuda, ni luz verde de sus socios para el Plan de Viabilidad. El pasado viernes a mediodía, en plena asamblea general, el presidente de Acorex Manuel Ortega y el director general Antonio Barral ya tenían claro que su plan de viabilidad no tenía apoyos entre las cooperativas de base. Y mucho menos entre las tres grandes. De éstas, Miajadas no asistió y Santa Amalia y Granja tomaron nota aplicadamente y no abrieron la boca en toda la reunión.

Entonces, pidió la palabra un asociado de la cooperativa de Gévora, Román Prieto. No era un asociado más de una pequeña cooperativa, no, Prieto es uno de los cerebros en la sombra que dirigen Acorex; otro de los cerebros en la sombra, amigo de Prieto, es el consejero y ex director general de Acorex José María Monteagudo.

Socio de Nogales

Román Prieto, ha sido director general de Caja Rural y socio en diversas empresas con diputado de IU Alejandro Nogales, que por cierto no pagó un préstamo a esa entidad de ahorros porque la entidad de crédito no lo reclamó durante años. Pese a lo sorprendente del caso, ni Prieto ni el diputado Nogales han explicado ese asunto.

Y Prieto vino a decir que mejor no votar este viernes, que mejor retrasar la votación hasta dentro de diez días. Pero también dijo que no estaba convencido de que Acorex pudiera pagar la deuda sin un fuerte apoyo de la administración pública y de toda la clase política del arco parlamentario. “Es imprescindible, dijo, que se condicione la votación a que el Consejo Rector se reúna urgentemente con la administración y con todos los grupos parlamentarios; yo, porque no conozco a los de Podemos, porque ya me hubiera reunido con ellos”.

Así se frenó la votación, aunque antes de acabar su discurso, Prieto criticó la intervención en Acorex de anteriores gobiernos socialistas a la hora de nombrar a los dirigentes.

Tras esa intervención, el presidente de Acorex Manuel Ortega habló en plena sintonía con Román Prieto e insistió en apretar el cerco sobre los poderes públicos: “Es cierto que hay que aprovecharse de la campaña electoral y exigirle a la clase política que nos ayude, dijo Ortega.

Las rarezas de Acosierra

Descartada la votación ni siquiera hubo detalles sobre los avances en la negociación de la deuda bancaria, ni sobre el ERE en la plantilla, ni sobre los muchos enigmas que rodean esta sorprendente deriva del grupo cooperativo.

Por ejemplo, no se habló de Acosierra, desde hace más de un año se dice que Acosierra está vendida, pero no se ha hecho efectiva la venta y ahó sigue sin actividad alguna con 40 trabajadores que no saben en qué trabajar.

En el Plan de Viabilidad que ha preparado la actual dirección de Acorex no se incluye nada sobre el futuro de Acosierra .“Aunque avalemos al 100%, Acosierra no está en el plan de negocios y hay que buscar una solución aparte”, dijo Manuel Ortega en la asamblea.

Por cierto, Acosierra S.A, en estos momentos no tiene órgano de administración (todos sus consejeros han dimitido).