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El Ayuntamiento de Badajoz cede y dará una solución al extrabajador en huelga de hambre

Pedro Luengo acompañado de los grupos de la oposición.

Rocío Sánchez Rodríguez

Badajoz —

Una historia de lucha por la justicia social con, aparentemente, final feliz. Pedro Luengo, el extrabajador municipal que llevaba cinco días en huelga de hambre y tres semanas acampado en la puerta del Ayuntamiento de Badajoz, será recibido este lunes a las 9.00 horas por la concejala de Recursos Humanos, Beatriz Villalba, para darle una solución a su situación de desempleo. “Y si no estoy conforme con lo que me dice, el alcalde se ha comprometido a reunirse conmigo el martes o miércoles como muy tarde para ofrecerme otra alternativa”, explica.

Esa solución pasa, según considera él, por buscarle una vacante como oficial conductor (la especialidad en la que tiene aprobada la oposición) en alguno de los servicios municipales. “Doy un voto de confianza y por el momento dejo la protesta”.

La decisión por parte del Ayuntamiento de ceder a esta reivindicación llega después de una concentración de decenas de personas este viernes en la puerta del Consistorio y de una moción conjunta al Pleno de los grupos de la oposición (PSOE, Podemos y Ciudadanos) para exigir la readmisión de este extrabajador.

Pedro Luengo entró en el Ayuntamiento en 2006 con un contrato de personal laboral como conductor de camión. En 2008 aprobó las oposiciones para esta especialidad, pero se quedó sin plaza. Creía que entraría de interino, pero en 2012 lo llamaron para hacerle un contrato laboral temporal de relevo por un funcionario que se jubilaba de manera parcial. “Me hicieron un contrato como si hubiera sido rescatado del Sexpe, como si no hubiera hecho la oposición”.

Este contrato estaba previsto que durase cuatro años, pero el funcionario se jubiló antes de tiempo. “Yo tenía una cláusula en mi contrato que decía que me tenían que despedir un día antes de que el funcionario se jubilase. Como no fue así, pensé que me estaban configurando el contrato de interinidad, porque a todos los contratados en este Ayuntamiento con una oposición aprobada, de manera automática, se les configura un contrato de interinidad”.

Pero la realidad fue que estuvo trabajando 15 días sin contrato y después lo despidieron. Y le dijeron que si lo consideraba oportuno, acudiera a los juzgados. Así lo hizo, y logró que lo indemnizaran, pero lo que él quería era recuperar su puesto de trabajo. Por eso inició esta lucha en la puerta del Ayuntamiento. “Tengo 31 años, una niña de 6 y una mujer embarazada de 8 meses, no me queda otra opción que pelear por mi empleo”.

Luego asegura que ha sentido el apoyo de muchos ciudadanos y de diversas asociaciones y colectivos como Campamento Dignidad, la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) y los bomberos, que acudieron ayer a la protesta frente al Consistorio. También ha recibido ánimos de antiguos compañeros, trabajadores municipales. Y de los portavoces de los tres grupos de la oposición.

Un error

Durante el Pleno de este viernes, la concejala de Recursos Humanos reconoció el error de no haberlo avisado un día antes de la jubilación, pero argumentó que la plaza que quedaba de oficial conductor se convertía en mecánico almacenero por las necesidades del Ayuntamiento, y que por eso no pudo ocuparla él. Por su parte, el alcalde subrayó que lamentaba el error, pero que no era justificación “para crear falsas expectativas” de que sería interino.

No obstante, una vez acabado el Pleno ambos bajaron a la puerta del Consistorio a hablar con Pedro Luengo para comprometerse a buscar una solución.

Este extrabajador asegura que nunca ha pertenecido a ningún sindicato y que no simpatiza con ningún partido político: “Sólo soy un ciudadano que lucha por sus derechos. Si todos unidos hiciéramos lo mismo, habría menos injusticias en la vida”.

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