El Puente Romano de Guadarranque, en Alburquerque, se derrumba víctima del olvido

La Asociación “Amigos de Badajoz” ha denunciado el derrumbe de parte del puente romano del Guadarranque, ubicado en las cercanías de Alburquerque (Badajoz), con el “perjuicio histórico y patrimonial” que ello conlleva.

Este hecho, a su juicio, fruto de la “dejadez” y el “abandono” por parte de las administraciones encargadas de velar por su cuidado y mantenimiento, se suma al derrumbe del puente romano de Brovales, cercano a Jerez de los Caballeros (Badajoz).

Advierte la asociación que con su destrucción desaparecerá este puente alburquerqueño como “vestigio material” y su “memoria histórica”, fruto de las “idas y venidas” de sus viandantes, explica “Amigos de Badajoz” en un comunicado.

El llamado puente romano del Guadarranque, aunque estos orígenes no están aún “muy claros”, está situado a unos 5 kilómetros al este de Alburquerque, y salva el río que le da nombre, el cual vierte sus aguas en el Gévora. “El puente ya era importante en la Edad Media, pues comunicaba la zona de Alburquerque con la vecina Portugal, así como fundamental para el tránsito del cereal y la harina que se procesaba en los numerosos molinos del río Gévora”.

Ya en época moderna forma parte de varias rutas citadas por el cartógrafo valenciano Juan de Villuga, en su estudio “Reportorio de todos los caminos de España”, publicado en Medina del Campo (Valladolid). También aparece en el repertorio de caminos de Alonso de Meneses, en el censo de 1576 de Ambrosio de Morales sobre los pueblos de Castilla la Nueva y Extremadura, o en los de Felipe II.

Sin embargo, según esta asociación, en 1995 comienza su “calvario”, con una primera denuncia por parte de la formación política IU sobre grietas en el puente, al cual siguieron desprendimientos de sillares, nuevas quiebras o el desplazamiento de pilares.

Todas estas circunstancias fueron denunciadas ya por particulares y asociaciones, y en 2005, el Ayuntamiento de Alburquerque procedió al cierre del puente y a anunciar que técnicos de la Junta de Extremadura realizarían estudios para su rehabilitación. Sin embargo, ha lamentado, no se llevaría a cabo ninguna intervención en materia de conservación, por lo que su situación ya parecía “irreversible”.

En 2009, la Asociación para la Defensa del Patrimonio (ADEPA) denuncia que el puente de Guadarranque “ya no tiene solución”. La única alternativa, ha apuntado, pasaba por desmontar al menos los dos arcos centrales del puente, y levantarlos de nuevo, pero hace escasas fechas se desprendió una parte y dos arcos ya han desaparecido.