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Galicia bate récords de depósitos en los bancos, que han cerrado 600 oficinas en tres años

Billetes de euro EFE

David Lombao

El tópico de la tendencia al ahorro de la sociedad gallega parece ser más que un mito, del mismo modo que el apego de la población gallega por las entidades financieras más próximas al territorio –cuando las había–. Los datos de depósitos bancarios ofrecidos por el Banco de España y analizados por el Instituto Galego de Estatística (IGE) muestran cómo, tras dos años de ligeras caídas, los depósitos bancarios en Galicia volvieron a ascender en 2013 y no solo a valores anteriores al estallido de la crisis económica, sino muy por encima de ellos, hasta el punto de batir récords. Paradójicamente, esto acontece en plena onda de cierres de sucursales bancarias en Galicia, pareja al fin de las antiguas cajas y al proceso de concentración en el sector bancario promovido por la Unión Europea y el Gobierno de España.

A 31 de diciembre de 2013 las entidades bancarias acumulaban en Galicia 53.892 millones de euros en depósitos –sin contar los de las Administraciones públicas, que elevan el dato a los 56.157–, casi un 6% más que un año antes y un 25% más que a finales de 2007, año considerado el del inicio de la crisis. Echando la vista un poco más atrás, los gallegos y gallegas tienen en los bancos 22.900 millones más que hace una década, en 2003, cuando los depósitos gallegos se situaban en algo menos de 31.000 millones. En esta última década solo se produjeron dos descensos interanuales, entre 2010 y 2011 y entre 2011 y 2012. No obstante, los 53.034 millones de 2010 ya se superan en la actualidad.

El buen comportamiento de los ahorradores y ahorradoras gallegas no se corresponde con una mejora en la atención por parte de los bancos, al menos en el que respecta a su extensión territorial. En apenas cuatro años, Galicia ha perdido casi la cuarta parte de las sucursales, pasando de 2.414 a finales de 2010 a 1.843 a la conclusión del pasado año. Estos cierres no solo han tenido evidentes consecuencias para los cuadros de personal de las entidades afectadas, sino también para la población, especialmente la rural, donde la exclusión financiera es ya un hecho en pequeñas localidades.

Las bases de datos del IGE permiten conocer también cómo la expansión de las antiguas cajas de ahorro en los años cumbre de la burbuja inmobiliaria desatendió casi completamente a Galicia. Así, mientras en el Levante español brotaban como hongos rótulos de Caixa Galicia y Caixanova, en Galicia sus oficinas no solo no aumentaban, sino que disminuían. Muestra de ello es que en 2003 había abiertas en territorio gallego 1.247 oficinas de cajas de ahorro y en 2006, 1.225. Cuatro años más tarde, en 2010 –último año disponible para estos datos– ya eran solo 1.145. Coherente con este dato es el que indica que el 60% de las viviendas heredadas por Novagalicia Banco para intentar venderlas están fuera de Galicia.

Sin noticias del crédito

Las entidades no tienen en cuenta el importante volumen de depósitos gallegos a la hora de abrir y cerrar oficinas, pero tampoco cuando se trata de conceder créditos. En la línea de la tendencia de los últimos tiempos, Galicia cerró 2013 cómo suministradora neta de crédito para el resto del Estado, toda vez que el dinero depositado en los bancos supera en 3.607 millones de euros los préstamos vigentes, situados a finales del pasado año en 50.284 millones de euros.

Pese a los anuncios oficiales sobre la apertura de la célebre llave del crédito, lo cierto es que los fondos prestados por los bancos en Galicia sufrieron un descenso interanual de casi el 9% entre 2012 y 2013, año que se cerró con un 30% menos de dinero a crédito que en 2009, que marcó el techo con más de 71.000 millones de euros prestados. Actualmente Galicia está en niveles similares a los de los años 2005 o 2006, con la diferencia de que entonces los bancos prestaban más de lo que tenían depositado y en la actualidad la situación es justamente la contraria.

Los datos de préstamos son también una buena radiografía del peso que el sector de las cajas de ahorro, ahora desaparecido –Caixa Rural Galega es legalmente una cooperativa de crédito–, tenía en Galicia. En el año 2009, dato disponible más reciente, de los 71.282 millones que los bancos tenían prestados, casi 38.000 los prestaban las cajas, esto es, prácticamente el 54% del total.

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