Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La quema de un astillero tradicional en la ría de Vigo pone el foco sobre el desprecio al patrimonio histórico

Vista de la pintada contra la permanencia del astillero, durante el inendio

Miguel Pardo

“Este galpón vamos a 'derribar' para que o 'pueblo' poida pasear por Beiramar” [“Ese cobertizo vamos a derribar para que el pueblo pueda pasear por Beiramar”. Esta fue la pintada que desde hace unos días lucía en una de las paredes de la fachada del astillero tradicional de Casqueiro, en Moaña, uno de los municipios de la ría de Vigo. La amenaza, en forma escrita pero que ya había llegado de muchas otras, estaba hecha. En la madrugada del sábado al domingo un incendio acabó con esta histórica carpintería marítima. La alcaldesa de la localidad califica de “atentado terrorista” un fuego que, según las primeras investigaciones, fue provocado, para el que se usaron acelerantes y que se llevó por delante una importante pieza del patrimonio etnográfico y cultural del pueblo.

El incendio, que de extenderse podría haber provocado muchos más daños, calcinó numerosas embarcaciones, entre ellas una de vela de clase olímpica, varias históricas, otras de paseo, una pulpeira o una dorna. También herramientas tradicionales de difícil recuperación, además de toda la estructura de este astillero histórico. En él, y en el colindante de Carlagho, trabajaba la asociación recreativa y cultural Sureste, que se encarga de recuperar embarcaciones tradicionales y mantiene un acuerdo con los propietarios del inmueble ahora destrozado. Es la familia Casqueiro, que lucha con el apoyo de una mayoría de los vecinos por su conservación y por que acabe siendo un museo cuando termine su titularidad en 2018, fecha para la que el Ayuntamiento prevé su reversión al patrimonio público de fructificar sus negociaciones con Costas.

El ataque de este fin de semana -hubo otros antes e intentos de prenderle fuego no hace mucho- supone el punto álgido y la escenificación más dura y violenta de un conflicto enquistado en Moaña desde hace un par de años. Desde que en 2015 se intenta la conservación y recuperación de esta carpintería de ribera ubicada en pleno casco urbano de la villa, en la zona de Seara. Entonces, el gobierno local del PP puso en marcha a construcción de un paseo marítimo cuyo proyecto afectaba inevitablemente el histórico inmueble. La negativa de los titulares de la concesión a que los operarios ocuparan las fincas para construir el trazado previsto paralizó las obras, un rechazo a las intenciones del ejecutivo que contaba con el apoyo de un movimiento vecinal liderado por la asociación Sureste, que pelea por la conservación y revitalización cultural del astillero.

Después de las elecciones municipales de mayo de 2015, un gobierno de coalición entre BNG y PSdeG sustituyó el PP al frente del Ayuntamiento. El ejecutivo de la alcaldesa nacionalista Leticia Santos buscó una alternativa y propuso que las obras del paseo continuaran, pero bordeando el astillero por la parte interior de la villa. También negoció con Costas la posibilidad de un trazado elevado sobre el mar mediante una pasarela, que no fue aceptado. El pasado año, el proyecto se paralizó a la espera de que la administración local arreglara los obstáculos en la cesión de los terrenos necesarios.

Mientras, surgía en la villa una plataforma en contra de la conservación del astillero. Con el apoyo e impulso del PP, lleva año y medio celebrando manifestaciones y actos de protesta cada poco reivindicando la construcción del paseo de acuerdo al proyecto original del gobierno local del Partido Popular. “Fuera museo, queremos paseo” es una de las consignas más repetidas en las concentraciones de este colectivo, a la que acuden cargos municipales del PP habitualmente.

El conflicto es evidente. En la última concentración de rechazo al incendio intencionado el pasado domingo, y mientras un poeta local leía el manifiesto, un miembro de la directiva de la plataforma Costa se puso a increpar a los asistentes. La alcaldesa Santos intervino para advertirle que el pueblo de Moaña “ya no se iba a callar”. En el fondo, un conflicto que la regidora insiste que es avivado “por una minoría” del pueblo.

Ataque “contra el patrimonio marítimo”

En conversación este diario Leticia Santos es contundente: “La quema del astillero es el resultado de una siembra de odio contra una familia que sufre la persecución desde hace tiempo”, dice en referencia a los Casqueiro. Recuerda, además, que el incendio intencionado de este pasado fin de semana “es el tercer atentado en poco más de un año” contra la carpintería. “Acaban con nuestro patrimonio marítimo”, insiste la regidora, que advierte de que la pérdida “es difícil de recuperar” al estropearse de vez herramientas y embarcaciones tradicionales “que son irrecuperables”.

El Ayuntamiento, mientras, “se reafirma” en que esa concesión que termina el año próximo “sea revertida” a la administración local para “la puesta en valor y musealización” del astillero de Casqueiro. Este mismo martes se dará traslado desde Moaña a Patrimonio de los informes técnicos sobre el estado de la construcción, así como la evaluación de daños. Recuerda la alcaldesa que el inmueble se encontraba ya inmerso en un expediente de protección. Curiosamente, la asociación Sureste destacó el hecho de que el fuego arrasara la infraestructura justo dos días después de que la Xunta publicara -el pasado viernes- la resolución de la Consellería de Cultura para declarar bien de interés cultural (BIC) como manifestación del patrimonio inmaterial de Galicia las técnicas constructivas de la carpintería de ribera.

Patrimonio ya le ha manifestado a la asociación Sureste que prepara también un expediente sobre lo sucedido, al haber dañado el incendio un bien protegido, por lo que lo remitirá a la Fiscalía para que abra las diligencias oportunas. Además, la tramitación del informe para la declaración como BIC seguirá adelante, ya que la pérdida material no influye en la catalogación patrimonial del astillero, que será reconstruido y para lo cual se pretenderá la implicación de todas las administraciones competentes.

Con todo, en Moaña hay un grupo de vecinos -“minoritario” según insiste la alcaldesa- que apuesta por el derribo de los astilleros. “Quieren que se construya un aparcamiento y el paseo por esa zona; su consigna es 'queremos paseo y no museo' y solo hay que leer las pintadas que aparecen para enterarse de cuál es su ideario: no quieren proteger el patrimonio sino acabar con él”, explica la regidora del BNG.

En el trasfondo, también un conflicto alentado desde formaciones políticas. Desde el gobierno local de Moaña se recuerda que en la directiva de la plataforma Costa hay algún importante cargo del PP, incluso candidatas al Congreso de los Diputados por un partido que, según la alcaldesa, tiene mucho que ver en el ambiente de crispación. “Hay concejales que se dedican a sembrar cizaña contra la familia Casqueiro mientras integrantes de la plataforma revientan plenos municipales”, describe.

En cualquier caso, después de amenazas, gritos y pintadas que advertían del futuro negro para el astillero, un incendio provocado ha acabado por destruir importantes embarcaciones y aparatos, además de causar importantes daños con una carpintería tradicional que está ya bajo un régimen de protección.

Etiquetas
stats