El temporal provoca daños por toda Galicia y agrava los efectos de los incendios de octubre
El agua ha regresado a Galicia en plena alerta por la sequía, pero lo ha hecho como parte de un fenómeno destructivo por su intensidad. La borrasca Ana, así denominada por acuerdo de las agencias meteorológicas oficiales de España, Portugal y Francia -Meteogalicia no tiene ese rango, a pesar de ofrecer habitualmente pronósticos más precisos sobre el territorio gallego- trajo consigo vientos muy fuertes, con rachas superiores a los 130 kilómetros por hora en algunos puntos e intensísimas precipitaciones. La combinación de ambos fenómenos provocó más de medio millar de incidencias durante el domingo, jornada en la que llegaron a quedarse sin luz unos 20.000 hogares, según Gas Natural Fenosa.
Alrededor de 4.000 viviendas y locales abonados a esta compañía eléctrica, mayoritaria en Galicia, continuaban a primeras horas de este lunes sin suministro tras una jornada en la que viento y lluvia dejaron imágenes que aún eran inéditas en el tiempo transcurrido de este otoño. El sur y el este de Galicia fueron las áreas más afectadas por unas precipitaciones que, según las estaciones de Meteogalicia, llegaron a dejar hasta 144 litros por metro cuadrado en Ponte Caldelas. También fueron reseñables los 130 litros por metro cuadrado recogidos en Entrimo, 128 en Guitiriz, 127 en Lousame o 120 en Fornelos de Montes. El contraste entre estas fuertes lluvias y la sequía de los últimos meses es evidente: “la borrasca Ana está dejando en algunos puntos de Galicia más lluvia de la que cayó en todo el mes de noviembre”, explicaba Meteogalicia este domingo.
Aunque el temporal impactó por todo el territorio sus efectos más visibles se produjeron en áreas urbanas. Entre las siete principales ciudades gallegas las rachas de viento más intensas se registraron en Vigo, donde el aeropuerto de Peinador sufrió incidencias durante toda la jornada -seis vuelos fueron desviados-. La racha máxima de Vigo, de 94 kilómetros por hora, estuvo solo un poco por encima de la registrada en A Coruña, donde vientos de hasta 91 kilómetros por hora provocaron problemas como la caída de alumbrado y otros elementos decorativos navideños y múltiples problemas de tráfico. En Santiago, los vientos de más de 80 kilómetros por hora se llevaron consigo las cubiertas de la piscina de Sar y en Lugo regresaron las inundaciones a zonas como la ronda das Fontiñas.
Según los datos de la Axencia Galega de Emergencias, los ayuntamientos con más incidentes fueron A Estrada, Vigo, Mos, Pontevedra y Lalín, en la provincia pontevedresa, y Santa Comba, Boqueixón, Carballo y Outes, en la coruñesa. Entre los municipios lucenses los más afectados fueron Chantada y Antas de Ulla, mientras que A Rúa y Verín fueron los que acumularon más problemas en Ourense.
Los anunciados 'efectos secundarios' de los incendios
El primero gran temporal de este otoño ha dejado al descubierto también los 'efectos secundarios' de la ola de incendios de octubre de los que ya se había alertado desde los movimientos ambientalistas y que la Xunta aseguró en las últimas semanas estar previendo para paliar sus consecuencias.
A pesar de estas advertencias, con las fuertes lluvias regresaron las imágenes del 'chapapote forestal', esto es, de las cenizas y restos de la madera quemada arrastradas monte abajo, provocando inundaciones y un fuerte impacto ambiental. Así lo muestra, por ejemplo, el video grabado la sierra de O Xurés y difundido por el colectivo Árbores da Limia.
