La “tecnología social”, una necesidad para millones de españoles y un negocio para las empresas

Quién no ha odiado alguna vez el corrector automático de Whatsapp o ha llamado sin querer al primero de su lista de contactos porque el móvil se le ha desbloqueado en el bolsillo. Para muchas personas, los problemas a la hora de lidiar con su teléfono inteligente van más allá de una cuestión de sensibilidad táctil.

Según la última encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia del INE, en España hay 3.85 millones de discapacitados, muchos de los cuales necesitan algún tipo de adaptación en sus dispositivos para poder acceder a las (ya no tan) nuevas tecnologías. Mientras que solemos emplear el término “brecha digital” para referirnos a la diferencia entre los países en desarrollo y las grandes potencias mundiales, no es tan común hacerlo para aludir a aquellos que se ven excluidos del progreso por sus dificultades para subirse al carro de las nuevas tecnologías, un colectivo que también incluye a los ancianos.

En el día internacional de las tecnologías apropiadas, la Fundación Adecco y la empresa Agilent Tecnologies han hecho público un estudio que confirma la existencia de esa amplia fisura. De las 500 personas con discapacidad de entre 23 y 59 años que han participado en la encuesta, el 61% asegura encontrar barreras para usar las nuevas tecnologías. La mayoría (un 31,3%) alude a razones económicas, mientras que fracciones más pequeñas creen que los diseños de los aparatos son poco intuitivos o directamente que no hay adaptaciones de estas herramientas acordes con su situación.

Estas conclusiones coinciden con las del 'Informe anual sobre el desarrollo de la sociedad de la información en España' promovido por otra fundación, esta vez la de la empresa de telecomunicaciones Orange. Según el documento, solo el 6% de los que tienen alguna discapacidad auditiva utilizan un dispositivo adaptado, mientras que un 46% ni siquiera conoce su existencia. Entre los que tienen movilidad reducida, el porcentaje de los que usan tecnología adecuada a sus necesidades disminuye en dos puntos. Para los que presentan dificultades visuales la cifra es un poco superior (del 8%).

El ritmo acelerado de la innovación

“La tecnología avanza a una gran velocidad y los que trabajan en ello no suelen fijarse en lo que la gente necesita, cuando en realidad son su mercado”, explica a HojaDeRouter.com Enrique Varela, presidente de la Fundación Tecnología Social.

A través de un programa de formación que incluye diferentes cursos y talleres, la asociación madrileña trata de dar orientación no solo a usuarios potenciales, sino también a diseñadores y fabricantes, piezas clave para hacer llegar la innovación a los sectores con más dificultades.

Una prueba de la importancia de este acercamiento puede encontrarse entre las páginas del documento de la Fundación Adecco, que también trae buenas noticias. Herramientas como 'ratones' que funcionan con movimientos faciales, pantallas de gran formato y teclados con cobertor permitieron que el año pasado un 52% de los trabajadores con discapacidad pudiera desempeñar con total normalidad las funciones que requiere su puesto.

Además, siete de cada diez encuestados aseguran que la tecnología ha mejorado sus vidas considerablemente. Precisamente por eso, Varela y el resto de miembros de la asociación madrileña pretenden que las herramientas tecnológicas sean más comprensibles para la gente, “para mejorar su calidad de vida”.

Una oportunidad de negocio poco aprovechada

No obstante, el presidente de la fundación hace hincapié en que no son ningún tipo de ONG, ni trabajan por caridad o por pena. “No existe discapacidad”, asegura. “Nadie puede volar, pero por eso se han inventado los aviones”. En su opinión, el problema está en que las empresas no ven que las tecnologías adaptadas representan un nicho de mercado y siguen haciendo “café para todos” sin reparar en las demandas de la sociedad. “Hoy por hoy la tecnología ya permite personalizar los dispositivos, pero no se hace, nadie se molesta en esto”.

Varela pone a Apple como ejemplo de los que sí tuvieron ojo para incluir ciertas adaptaciones en su tecnología. “Steve Jobs no vio a un ciego y decidió hacer teléfonos para ciegos”, relata. “Tuvo que cumplir una ley para adaptar sus dispositivos, pero en vez de hacerlo a medias, convirtió la exigencia en oportunidad, ganándose un segmento de mercado impresionante”.

Todos los dispositivos de la marca (iPhone, iPad y iPod) incorporan de serie algunas herramientas asistenciales para los usuarios con discapacidad visual. El lector de pantalla VoiceOver, que describe verbalmente cada elemento seleccionado, y la posibilidad que brinda el asistente Siri para escribir o abrir aplicaciones son algunas de sus ventajas. “Los que utilizamos Apple no lo hacemos porque seamos unos ‘fanboys’, sino porque funciona”, aclara el presidente de la Fundación Tecnología Social.

Aparte de la labor de difusión, desde la organización también están en contacto con empresas implicadas en investigación en nuevas tecnologías. Varela habla de las aportaciones que plantea la impresión 3D para las personas con dificultades. “Se podría diseñar, por ejemplo, un soporte de cámara de vídeo adecuado de su dueño”, explica. Frente a los grandes costes que implicaría para una empresa fabricar productos a la medida de cada cliente, esta técnica permite fabricar moldes y utilizar materiales más asequibles. Un ejemplo, del que ya hemos hablado en HojaDeRouter.com, lo encontramos en los mandos para videoconsolas.

Otras oportunidades de negocio se extraen del informe de la Fundación Adecco y Agilent Tecnologies. Cuando se les preguntó qué tecnologías aún no disponibles les gustaría encontrar en el mercado, los que tenían alguna discapacidad visual eligieron, entre otras herramientas, un GPS adaptado - que detecte obstáculos y avise de las distancias a las que están los objetos - y un teléfono que subtitule lo que está diciendo el interlocutor.

En cuanto a la financiación, Varela asegura que las subvenciones no funcionan y que “hay que ir más allá y construir un negocio que consiga que la gente se sienta satisfecha”. Él es ciego, pero forma parte ese porcentaje que sabe que existen tecnologías adaptadas y, además, las utiliza. Eso que le trae tantas alegrías es precisamente lo que quiere para los demás.

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Las imágenes de este reportaje son propiedad, por orden de aparición, de NASA Goddard Space Flight Center, Fundación Adecco, Apple y daveynin