Los bosques que encienden la luz
La energía verde es el horizonte con el que se puede aspirar a un medio ambiente sostenible. Pero la voracidad de fuentes energéticas que impone nuestro estilo de vida hace que, en muchas ocasiones, la necesidad de combustible aplaste cualquier otra perspectiva: el calentamiento global, la contaminación, la degradación del entorno en el que vivimos... Esas cuestiones se quedan tanta veces empequeñecidas por la avalancha que suponen simples gestos como encender una bombilla, conectar la lavadora o arrancar el coche. La energía se lo bebe todo.
¿Compatibilizar ambas perspectivas? No es una quimera. En la llamada sierra pobre de Madrid, en Lozoyuela, se desarrolla un proyecto que convierte biomasa en energía. Biomasa es una palabra más técnica para hablar de madera. O, más bien, de astillas de madera. Montaraz es una empresa, apoyada por Momentum Project (iniciativa de BBVA y ESADE), que transforma los bosques en luz y calor para instalaciones públicas como polideportivos o residencias de ancianos. Enrique Enciso, ingeniero forestal al cargo, explica que la biomasa “reduciría el consumo de petróleo y las emisiones de CO2 porque su balance es cero al absorber las plantas lo que se produce”.
Esta empresa madrileña comenzó este camino en 2006, subvencionada por la Unión Europea, y espera que “en 2013 se sostenga con el mercado”. Las maderas menos comerciales pasan a la creación de combustible vegetal con lo que se genera empleo rural y de ahí arraigo en sus poblaciones. El trabajo impulsa una doble vertiente social: la medioambiental y la sociológica. Enciso pone un ejemplo que habla por sí mismo: “Suministramos astillas a una piscina cubierta que consumía 120.000 euros al año en gasoil para calentarse; ahora, con nuestra astilla, gastan 52.000 euros”.
Según los ingenieros forestales, se utiliza un 40% de lo que crece anualmente los bosques españoles. El 60% restante, dicen, “colabora a la expansión de plagas vegetales y el aumento del riesgo de incendio”. Si se aprovechara en la creación de energía, continúan, se mejoraría la “limpieza” de estos ecosistemas a la vez que se consigue “una energía 100% renovable” y “totalmente nuestra, sin necesidad de importación”.
