El Ejercito birmano realiza maniobras militares entre denuncias de la ONU

El Ejercito de Birmania realizó hoy maniobras militares en medio de acusaciones de violar los derechos humanos de las minorías, incluida la musulmana rohinyá, vertidas la víspera por la relatora de la ONU para ese país, Yanghee Lee.

El general Min Aung Hlaing, jefe de las Fuerzas Armadas, observó desde un palco el desarrollo del simulacro, en el que participan efectivos de Infantería, Marina y Fuerza Aérea por primera vez en 20 años, en la región de Ayeyarwady, al suroeste de Rangún.

Camiones lanzaderas de misiles, tanquetas, cañones antiaéreos, helicópteros y aviones de combate aparecen abriendo fuego contra las posiciones acordadas, según las fotografías divulgadas en el perfil oficial del cuerpo castrense.

Las maniobras tienen lugar un día después de que la relatora de la ONU sobre los derechos humanos en Birmania acusara al Tatmadaw -como se conoce al Ejército local- de matanzas contra la población de las minorías étnicas del país.

El Gobierno birmano retiró en noviembre su colaboración con la representante de la ONU, por lo que Lee optó por visitar los países vecinos Bangladesh, adonde han huido desde agosto casi 690.000 miembros de la étnia rohinyá, y Tailandia, en cuya frontera se asientan decenas de campamentos de refugiados birmanos.

Lee enfatizó que tanto el relato de los rohinyá como el de otras minorías -como los shan, karen o kachín- coinciden al describir asesinatos, torturas, violaciones y quemas de poblados, entre otras prácticas realizadas presuntamente por el Ejército.

El Gobierno birmano, liderado de facto por la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, tiene entre sus prioridades acabar con la decena de conflictos internos que frenan el desarrollo birmano.

Para ello, Suu Kyi preside la Conferencia de la Paz “Panglong siglo 21”, en la que conversan Gobierno, Fuerzas Armadas y los líderes de las guerrillas étnicas.

No obstante, la paz ha sido esquiva en estas reuniones iniciadas en agosto de 2016 y cuya tercera cita está programada para este mes, tras haber sido retrasada en al menos dos ocasiones.

El Ejército birmano mantiene varios conflictos abiertos en el noreste del país contra diversas guerrillas, incluida el Ejército de la Independencia Kachin (KIA) y el Ejército Nacional de Liberación Ta'ang, de la minoría kokang.

Una mayor autonomía es la reivindicación principal de casi todas las minorías étnicas, incluidos las chin, kachín, karen, kokang, kayah, mon, rakáin, shan y wa, que juntas representan más del 30 por ciento de los cerca de 53 millones de habitantes del país, donde predomina la mayoría bamar.

La reciente crisis de los rohinyás ha abierto un nuevo frente en el estado de Rakáin, donde se empezó a establecer hace siglos esta minoría de etnia bengalí y credo musulmán y cuyo derecho a la ciudadanía no es reconocido por las autoridades del país.

En agosto de 2016, el asalto armado de miembros de esta etnia contra una treintena de posiciones de seguridad desató una dura respuesta de los militares que propició el éxodo de al menos 688.000 rohinyás a Bangladés, donde se encuentran en campamentos temporales.

Birmania estuvo gobernada por generales desde 1962 hasta 2011, cuando empezó una transición tutelada por los militares que desembocó en las elecciones de 2015 que ganó el movimiento democrático de Suu Kyi.

Sin embargo, la Constitución del país -impulsada por la extinta junta militar- mantiene la influencia del Ejército, a quienes reserva un tercio de los asientos del Legislativo y los ministerios de Defensa, Interior y Fronteras.