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Análisis King's Quest: Rubble Without a Cause. Adicción a los cuentos de hadas

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Álvaro Alonso

Hace unos meses, Sierra y The Odd Gentlemen nos hicieron un gran favor al lanzar King’s Quest: ‘A Knight to Remember’, el primero de cinco episodio basados en la popular saga de aventuras gráficas, que si recordáis, nos causó una muy buena impresión, tanto por su narrativa como por su jugabilidad, así como por el apartado artístico.

Ahora, varios meses después, por fin hemos visto como el esperado segundo capítulo llegaba a Xbox One, PC, PS4 y consolas de pasada generación. Bajo el título de King’s Quest: Rubble Without a Cause nos ofrecen una nueva aventura del joven Graham, con escenarios inéditos, nuevos enemigos y una mecánica de juego bastante diferenciada del primer episodio. Pero no nos alarguemos más. ¿Queréis saber qué nos ha parecido?

Hayáis o no hayáis jugado al primer episodio, ‘A Knight to Rembeber’, no os costará entender la historia de este segundo capítulo. El formato sigue siendo el mismo, con el Graham “actual”, un anciano que narra sus aventuras a sus nietos, y el Graham joven, al que podemos controlar. Esta vez, en función de nuestras decisiones y errores, la forma en que el Graham anciano cuenta la historia varía, influenciando a su nieta de una forma u otra.

En ‘Rubble Without a Cause’, Graham ha dejado de ser un caballero más para convertirse en el sucesor del rey Edward. Como joven y nuevo rey, a Graham le está costando acostumbrarse a las tareas de gobierno, sintiendo que cada vez decepciona más a sus súbditos. Sin embargo, cuando una horda de goblins lo secuestra junto a varios de sus amigos y siervos, tendrá que emplear toda su astucia para liberarlos.

La historia de este episodio varía mucho respecto al primero. Mientras que en el anterior éramos un caballero aventurero participando en un torneo, ahora somos un prisionero de los goblins, así como otros habitantes de Davenport a los que conocimos en el primer capítulo. Cuando los goblins dejan de alimentarlos, Graham tendrá que encontrar la forma de salvar a todos sus amigos y evitar que desfallezcan de hambre.

Cada día, Graham recibirá una porción de comida por parte de sus carceleros, que puede decidir comerse él mismo para conservar sus fuerzas (lo que le permitirá activar palancas en las mazmorras o abrir puertas especiales) o entregar a sus amigos más débiles. Cada día los otros prisioneros pierden un corazón de vida, pero si comen lo recuperan. Si sus corazones desaparecen, desfallecen y los goblins se los llevan.

¿Y qué sentido tiene esto? Que para encontrar la salida necesitaremos la ayuda de esos otros prisioneros. Por ejemplo, los ancianos herbolarios que conocimos en el primer episodio pueden crear una poción que hace crecer las plantas si les entregamos los ingredientes necesarios, repartidos por toda la mazmorra. Si usamos la poción en algunas zonas, podremos trepar por enredaderas a zonas inaccesibles. El problema es que si no alimentamos a los ancianos, se los llevarán, siendo imposible conseguir su ayuda. Lo mismo ocurre con el panadero y su esposa y con la valiente herrera, encerrados en otras celdas.

Este añadido hace que la experiencia de la aventura gráfica sea aún más divertida, ya que puede que en un momento dado sepamos cuál es nuestro siguiente paso, por ejemplo esperar un día a que crezca una planta, pero si lo hacemos uno de los prisioneros se debilitará. Eso nos obliga a tomar rutas alternativas, explorar, etc. Podemos completar el episodio salvando a todos nuestros amigos, o como mínimo salvando sólo a uno. Lo que no podremos conseguir es superar la aventura solos.

Los puzles con los que nos encontramos en este segundo episodio no son muy complejos, aunque algunos puede que nos obliguen a probar y fallar bastantes veces hasta dar con la solución correcta. Por lo demás, la forma en que tenemos que utilizar objetos e interactuar con los personajes es bastante intuitiva.

Narrativamente hablando, ‘Rubble Without a Cause’ es bastante divertido, gracias especialmente a los “malvados” goblins que nos mantienen prisioneros. Y es que estas criaturas están obsesionadas con los cuentos de hadas de toda la vida, y no dudan en representarlos a lo largo de toda la mazmorra. De esta forma nos encontramos con goblins besando ranas esperando que se conviertan en príncipes, o durmiendo sobre una gigantesca pila de colchones con un guisante debajo.

Además, cada uno de los personajes mantiene ese carisma que los caracterizaba en el primer episodio, haciendo que se les coja cariño con cada conversación disparatada. Sierra y The Odd Gentlemen pueden enorgullecerse de sus personajes secundarios, que dan chispa al conjunto.

También queremos mencionar el diseño de escenarios y personajes, muy detallado y absolutamente fantástico. Puede que en este episodio no nos encontremos con los paisajes del primero, pero entre los túneles y cuevas de los goblins podemos encontrarnos con auténticas obras de arte. Además, las animaciones de los personajes siguen dejándonos muy satisfechos, especialmente la capa de Graham, que vuela al viento con cada uno de nuestros pasos.

El punto negativo viene con la duración, más corta (al menos en apariencia) que la del primer episodio. Eso, sin embargo, no quiera decir que sea un capítulo corto. Sus buenas dos horas se las lleva, y eso si vamos directos al grano y no nos atrancamos con ninguno de los puzles.

Otro punto en contra, especialmente para los que no controlan el inglés: sigue sin traducción al español, como era de esperar.

Lo mejor:

  • Los personajes ingeniosos, la narrativa, los chistes, momentos más emotivos...
  • Artística y técnicamente sigue siendo una pasada.
  • Que la “vida” de los personajes dependen de cómo actuemos y de lo acertados que estemos al resolver los puzles dota de mucho atractivo a la jugabilidad.

Lo peor:

  • La duración. Es bastante más corto que el primero.
  • La variedad de escenarios es menor, hace que sea más repetitivo recorrerlos todos en busca de soluciones y objetos.

Conclusiones

ConclusionesAnálisis King's Quest: Rubble Without a Cause. Adicción a los cuentos de hadas

El primer episodio de King’s Quest nos sorprendió para bien, y esta segunda parte no hace más que confirmar nuestras primeras impresiones. Conserva la calidad de ‘A Knight to Remember’ en términos narrativos, y personalmente, creemos que lo supera en cuanto a jugabilidad, con esa nueva mecánica por la que la vida de los personajes depende de nuestra facilidad a la hora de resolver los distintos obstáculos.

Como dijimos en nuestro anterior análisis, King’s Quest nos hace rememorar esos tiempos en los que las aventuras gráficas estaban de moda, de una forma muy correcta y atractiva. Si eres amante de este género, sólo podemos decirte que pruebas esta aventura de Sierra. Además, si eras seguidor de la saga original, sin duda coincidirás con nosotros en que este juego es un gran sucesor.

Por: Álvaro Alonso

Análisis King's Quest: Rubble Without a Cause. Adicción a los cuentos de hadas

12/22/2015

8 / 10 estrellas

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