El fallido proyecto de construir una gigantesca columna en honor a Colón en La Gomera

Proyecto de columna aparecido en 1942

Pablo Jerez Sabater

San Sebastián de La Gomera —

¿Se imaginan que en San Sebastián se hubiera levantado un monumento similar al de los Caídos de la plaza de España de Santa Cruz? Pues un proyecto similar es el que se intentó llevar a cabo en la capital insular para conmemorar el pasado colombino de La Gomera.

Que La Gomera es la Isla Colombina por excelencia no cabe duda –más allá de la insistencia de Gran Canaria por optar a esta categoría-. Basta echar una mirada al pasado para darnos cuenta de que, el 6 de septiembre de 1492, la isla entró en la Historia con mayúscula como el último puerto antes de la epopeya del Descubrimiento del Nuevo Continente. Hoy, más allá del incuestionable valor de su patrimonio histórico vinculado al pasado colombino, el recuerdo de la escala del Almirante Colón, a nivel conmemorativo, sólo se entrevé con un pequeño busto sobre pedestal en la calle Real que ni de lejos da un valor real a la importancia de Colón ni de la propia historia del Descubrimiento.

Pero todo habría cambiado si el proyecto presentado en el año 1942 hubiera sido construido: una gran columna en forma de torre con capilla interior, centro de oceanografía, archivo y biblioteca colombina, cueva-exposiciones de cada una de las repúblicas americanas y faro en la parte superior; una construcción muy similar en cuanto a estructura a lo que sería el Monumento a los Caídos situado en la plaza de España de Santa Cruz.

La idea primigenia era colocar dos enormes columnas que fueran una versión moderna de las míticas 'Columnas de Hércules', aquellas que rezaban el célebre non plus ultraque fue símbolo del Imperio de los Austrias. Pero esta modernizada versión tendría sus columnas en dos extremos: una en Santo Domingo, en la República Dominicana, y la otra en San Sebastián de La Gomera. Aquí, en la Isla Colombina, la leyenda sería sustituida por Pro Pace, Salute et Unitate, es decir, 'Por la Paz, la Salud y la Unidad', lema que en la ideología del momento vendría a representar una idealización del Descubrimiento y, por extensión, de las virtudes de Cristóbal Colón.

La idea surgió de uno de los intelectuales más importantes de La Gomera en aquel momento, Pascasio Trujillo, quien junto a Aguiar, Pedro Bethencourt o Pedro García Cabrera formaron la generación de artistas más importante que ha conocido la isla. Según relataba el propio Trujillo en 1942, la idea se le ocurrió en 1931 tras leer la obra de Francisco Montes de Oca sobre el Almirante y decidió viajar a Madrid y dar traslado a su idea de monumento. En un viaje a Berlín conoce al arquitecto alemán Helmuth Gieseke, quien será el encargado de proyectar y dar vida en papel a su idea de columna-torre.

Tal fue su empeño que finalmente convenció de su empresa al entonces alcalde de San Sebastián, Ventura Bravo, quien le ofreció todo su apoyo para que quien quisiera pudiera aportar su granito de arena en un “símbolo de la mayor empresa de todos los tiempos”, como recogía la prensa de la época. Por cierto, fue este alcalde el encargado del desarrollismo de San Sebastián: su ensanche, la construcción de los grupos escolares y viviendas sociales, casa-cuartel, proyecto del primer hospital y el proyecto de avenida marítima.

Finalmente el proyecto nunca llegó a ejecutarse a pesar de contar con el apoyo de todas las instituciones. Pero de haberse erigido, la fisionomía de San Sebastián no sería la misma. ¿Se imaginan sobre la Hila una gigantesca torre-vigía? El fotomontaje nos podría dar idea.

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