Gracias, gracias y gracias

En estos días concluye mi etapa de ocho años como concejal del Ayuntamiento de San Sebastián de La Gomera. Es el momento, entiendo, de manifestar mi inmensa gratitud a todos los que han compartido conmigo la hermosa tarea de trabajar en la defensa de los intereses de mi ciudad. Agradecimiento que hago extensivo, a todos los vecinos del municipio, a los que me votaron y a los que no lo hicieron. Todos ellos tienen mi reconocimiento y consideración.

Hace unos meses decidí retirarme discretamente del ejercicio de la vida pública. Entré sin hacer ruido y salgo por la misma puerta del silencio, que no es la misma salida que la del olvido. Me voy repleto de experiencias formidables, enriquecedoras, alegres y tristes; la política es así de caprichosa e injusta. He visto en primera persona, la imagen desgarradora de familias o personas sin recursos, jóvenes sin empleo bordeando la exclusión social o mayores sin ninguna posibilidad de encontrar un trabajo de por vida. Ha sido sin ninguna duda, lo peor de todos éstos años. Esa es en mi opinión, una de las tareas pendientes de los ayuntamientos; impulsar políticas de empleo distintas a las que se hacen ahora que son precarias e inservibles o alcanzar acuerdos con pequeñas y medianas empresas locales en la contratación de personas con éste perfil a cambio de reducir o bajar algunas tasas impositivas.

Participé durante un año en el gobierno municipal formado por CC y el CCN, abortado de forma marrullera y sin escrúpulos por la oposición de aquella época y un concejal tránsfuga. Hubiera sido bueno e higiénico saber el alcance y el desenlace de aquel mandato que tanta ilusión generó en muchos ciudadanos. El resto, siete años, he permanecido en la oposición tratando de colaborar en todo lo que pude para que San Sebastián progresara y fuera una ciudad más justa, más fuerte y con mejores servicios para los vecinos. Estos cuatro últimos años han sido bajo las siglas del PP, conformado en un principio por gente formidable y con muchas ganas de trabajar y cambiar las cosas, pero que pasado el tiempo toda esa ilusión se fue diluyendo poco a poco y muchos lo recordaremos como “Lo que pudo ser y no fue”.

Aquí termina mi experiencia, desconozco que ocurrirá en el futuro y si volveré o no. Me seguiré interesando por lo que ocurra en mi ciudad a la que no perderé de vista como un vecino más. Al mismo tiempo, deseo con toda mi alma, que el nuevo gobierno municipal que se forme el 13 de junio, lidere y tutele un cambio necesario e imprescindible en la manera de gestionar el futuro de nuestro municipio.

Muchísimas gracias a todos.