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“A las estelas cántabras se les atribuyen propiedades mágicas”

En la imagen, acto de presentación del libro de Ramón Conejero (2º por la derecha). Foto: LUZ RODRÍGUEZ

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

El médico especialista en Medicina Intensiva Ramón Conejero García-Quijada (Albacete, 1949), con estrechos vínculos con La Palma, ha presentado este jueves en la Sociedad Cosmológica de la capital, su primer libro de literatura de ficción que lleva por título ‘Las estelas cántabras y el mundo invisible’. En la ceremonia literaria el autor ha estado acompañado por Juan Isidro González Guerra, Miguel Jiménez Amaro y Arturo Méndez Llorens. La señera institución capitalina estuvo representada por su vicepresidenta, Rosa Aguado.

Conejero, autor de numerosos libros y publicaciones científicas en prestigiosas revistas nacionales y extranjeras, ha explicado a LA PALMA AHORA que las estelas cántabras son “unos pedruscos circulares monolíticos prehistóricos, que llegan a medir hasta dos metros y que los trajeron los antiguos celtas en la edad del hierro y el bronce; sembraron toda la cordillera cantábrica de esas piedras tan grandes”. Subraya que “se le atribuyen unas propiedades mágicas que reciben toda la energía del círculo megalítico del cual son el epicentro las estelas cántabras, y la devuelven amplificada a los mortales que tienen la gracia de ser bendecidos por esa teoría”. El mundo invisible, añade, “los absorbe y ahí se produce lo interesante: en algún momento de nuestras vidas algunas personas sufren una especie de invasión de ese mundo de entelequia y gozan de unos instantes próximos a la perfección, dosis homeopáticas de gloria, retazos de infinito, y eso le ha pasado a mucha gente”. El libro, editado por Tantín Ediciones, aborda “relatos aparentemente inconexos, pero en los que alguno de los personajes es poseído por ese mundo invisible, y eso lo favorecen las estelas cántabras”.

Arturo Méndez Llorens calificó de “sorprendente” el libro de Ramón Conejero. “No pude jamás imaginar que en sus páginas pudiese encontrar tanto conocimiento, tal dominio y riqueza lingüística y tan original planteamiento”. Además, resalta, “tu enorme conocimiento de la nomenclatura médica es utilizado con una maestría desbordante en la descripción de los relatos que nos regalas en tu excepcional manuscrito”. “Tu genialidad hace poesía con la prosa y esta fluye perfumada por aquella, motivando la lectura hasta poder leer la historia”, aseguró.

Miguel Jiménez Amaro recordó la amistad que le une a Ramón Conejero desde hace 29 años y contó la conversación que mantuvo con él durante una cena en el restaurante La Abuela del Risco de La Concepción. “Me dijo: ‘Chu, existe un mundo infinitamente grande que está por encima de nosotros, de galaxias a millones de años luz, es impensable imaginarnos esas distancias. Por el contrario, ¿tú has visto que cuando yo acerqué mi mano a coger la copa de vino, una limadura de uña, casi invisible, ha saltado al mantel? Existe un mundo invisible tan inmensamente pequeño, como el otro tan inmensamente grande”.

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