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Espacio de opinión de La Palma Ahora

No exagero, no miento, no bromeo

Juan Calero Rodríguez

Acabo de leer en la prensa de La Palma la recién puesta en marcha de los tres primeros kioscos virtuales en los puntos estratégicos de la isla que “facilitarán a la ciudadanía el acceso a la información y permitirán realizar con mayor rapidez gestiones administrativas para las que ya no será necesario hacer colas, sino que se podrán tramitar de manera directa a través de ordenador”, “muy beneficiosa para todas las personas que viven en La Palma y que permitirá al Cabildo cumplir con su compromiso de transparencia y modernización de la Administración”, dice la nota de prensa. 

Hasta aquí muy bien. Resulta que en estos meses estivales los funcionarios que atienden al público están trabajando veinte horas a la semana, de 9:00 a 13:00, es decir, media jornada de la realizada por los trabajadores por cuenta ajena; amén de los días por asuntos propios; días de Santa Rita y Santo Papucho, entre otros festivos; los puentes muchas veces más largos que el de San Francisco; las salidas por el café y el desayuno que da tiempo a hacer la compra del supermercado o cambiar la pieza de ropa que compró el día antes en la tienda y no le sirvió. (No exagero). 

La semana pasada necesité realizar un trámite en una oficina de la Administración Pública, como no tenemos de memoria el horario de trabajo según las estaciones del año, llegué a la una y poco de la tarde y no me atendieron. Al día siguiente vuelvo, a las ocho y pico, teniendo que esperar en la acera a que fueran las nueve de la mañana cuando sale dicho funcionario a fumarse el cigarro, para pasar a atenderme. (No miento).  

Cuántas veces hemos accedido a alguna dependencia de la Administración Pública para cualquier trámite y nos encontramos in fraganti al funcionario con el Facebook en la pantalla del ordenador y ejercitando los músculos del dedito índice sobre la ruedita del ratón pasando páginas. O cuando logramos que nos atienda, nos interrumpe para atender el mensaje que acaba de recibir por WhatsApp. (No miento).

“Estos puntos de información aumentarán la comodidad, eficacia y rapidez de la comunicación entre los ciudadanos y las administraciones públicas y crearán cultura de utilización remota de los servicios de las Administraciones”, agrega la nota de prensa. Sí, aumenta la comodidad, pero del funcionario. (No miento).

Agrega: “Como requisitos para realizar la mayor parte de trámites electrónicos, el usuario debe disponer de un certificado digital o el que incluye el DNI electrónico”. 

O sea, en una isla con población envejecida y con pocos estudios en su mayoría, tendremos que cursar máster en informática para acceder a estos aparatos, porque es “un kiosco virtual que, a través de una pantalla táctil, permite la navegación por las sedes electrónicas de las distintas administraciones y que dispone de periféricos incorporados, como escáner, lector de tarjetas, puerto USB e impresora. Estas herramientas permiten, durante la realización de los trámites,  incorporar o imprimir documentos”. (No exagero). 

También dice: “Las distintas administraciones públicas, a través de sus sedes electrónicas, informarán de aquellos trámites que el ciudadano puede realizar a través de esta vía”, como en las oficinas del Servicio Canario de Empleo, donde, con segurita incluido, sin levantar la mirada por estar actualizándose con el mencionado Facebook, (no miento) donde necesitamos que una funcionaria nos lleve al ordenador y nos recite en voz alta los pasos a seguir. 

En fin, habrá que reducir el horario laboral en las oficinas de la Administración Pública a diez horas semanales. (No bromeo).

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