Casa Yanes: alojarse entre retazos de historia

La arquitectura de la Casa Yanes tiene influencias asiáticas. Foto: FERNANDO RODRÍGUEZ.

Esther R. Medina

Breña Alta —

El arquitecto Gabriel Henríquez es de los pocos profesionales del gremio que ha logrado hacer realidad su proyecto de fin de carrera. La emblemática Casa Yanes del Risco de La Concepción, en Buenavista (Breña Alta), una réplica de la embajada de Siam en París, alberga en la actualidad seis casas rurales y el hotel Buenavista. “El origen de este proyecto se remonta a mi infancia, cuando jugaba al fútbol en San Telmo y veía la casa, que siempre me intrigó”, ha recordado Henríquez a LA PALMA AHORA. “En 1987 la propuse como proyecto de fin de carrera para convertirla en hotel y se cumplió un sueño que hoy es realidad”, asegura. Además, dice, también tenía “el deseo de crear una empresa sostenible en La Palma, máxime en una situación de crisis como la que vivimos, que hace que la empresa sea considerada un deber”.

Henríquez explica que “a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, la relación económica con la isla de Cuba fue intensa y de gran influencia económica y social para La Palma, y la Casa Yanes – Carrillo es una consecuencia de esta circunstancia histórica”. El inmueble se construyó “en base a esa relación que sus propietarios mantuvieron con Cuba en especial, de la que existe constancia documental en los fondos patrimoniales de la familia, cuya prueba más palpable es la maqueta y planos de la bricbarca ‘La Verdad’, expuesta en su vitrina del despacho de Buenavista hasta que en 1987 se instaló en el Convento de San Francisco”. “En aquella época se encargaron varios barcos aparejados de bricbarca (Clíper, Goleta, Pailebot) a los constructores navales Sebastián Arozena Lemus y Sebastián Arozena Henríquez, y a través de estos viajes en barco aparece la figura del ‘indiano’ que regresa a La Palma con éxito y se refleja la materialización de la arquitectura del gusto de la época”.

La casa fue heredada por Armando Yanes Carrillo, luego por su hijo Carlos Yanes Carrillo, y en la actualidad pertenece a Carlos Yanes e Hijos SL. Esta empresa familiar explota los singulares alojamientos, en los que también se celebran eventos sociales.

Manuel Yanes Volcán, explica Gabriel Henríquez, era “cónsul de Francia en La Palma, y en un viaje que realizó a París, recopiló un plano copia de la embajada de Siam en la capital francesa, del gusto ecléctico de la época y de los ‘chateaux’ franceses, donde se mezclaban los lenguajes clásicos anglosajones con referencias asiáticas, como cúpulas, pagodas y kioscos, dentro de la corriente estilística que se desarrolló también en Las Palmas, en Tenerife, en las ciudades jardines de Llanes (Asturias) y en el palacio de La Magdalena, en Santander”.

Trasladado el plano a La Palma, prosigue Henríquez, “se le encarga al maestro de obras Felipe de Paz Pérez su construcción, fechando el plano en 1897”. “La actual casa se edificó sobre la primitiva vivienda, pero no se llegó a ejecutar fielmente al plano original, sino que, por el contrario, y por la naturaleza del terreno, se ubicó un semisótano con bodega y servicios, la planta principal se habilitó como vivienda y la segunda planta quedó incompleta. Tenemos constancia de que la obra estaba terminada y celebrando actos sociales en 1906”, asegura.

En la Casa Yanes, apunta el arquitecto Gabriel Henríquez, aparecen “las cubiertas de teja francesa, de tejas de escamas; las azoteas transitables como miradores al acantilado para ver los barcos y el puerto; los falsos techos ochavados franceses, como el interior de La Recova; los pavimentos hidráulicos con dibujos geométricos y de colores; las cristaleras de color; la carpintería de pinsapo y riga traídas de América para puertas, ventanas y pisos; los azulejos andaluces en los zócalos; los cristales velados o ahumados; las celosías encima de las puertas parar permitir el paso del ventilación cruzada en habitaciones, propio de las colonias asiáticas; los grafiados en fachadas victorianos anglosajones; los frontones; las verjas de fundición o los bancos románticos ‘art noveau’ en forma de mujer acostada”.

Asimismo, están presentes en este histórico inmueble “la jardinería con el césped como protagonista, de estilo muy inglés; los maceteros neoclásicos; las columnas dóricas para mesetas de flores; los motivos neogóticos en puertas; los bohíos; los kioscos; las casetas de muñecas con las grecas en los aleros de los tejados; el color rojo inglés; los beige; el ciano, muy indiano, del color del mar del Caribe; el blanco en carpintería interior; las cortinas blancas y rojas; los muros de mampostería, de ladrillo de hormigón macizo y ladrillo de arcilla, y los estanques y las fuentes en rocalla, como el paisajismo inglés”.

La Casa Yanes posee también abundantes especies arbóreas, que conforman un paisaje simétrico, como las araucarias, laureles de India, pomarrosa, falso pimentel, mocanes, geranio, rosales y palmeras reales.

El mobiliario de la vivienda está compuesto por muebles traídos de Francia en los viajes de ‘La Verdad’. “Cuando remontaban de su regreso americano con azúcar, café y aguardiente, recogían madera en Brunswick, Filadelfia y New York, y hacían cuarentena en Vigo antes de entrar en La Palma por el Norte, aprovechando los alisios”, apunta Henríquez.

Aún siguiendo la forma de construcción local, subraya Henríquez, en la Casa Yanes y otras edificaciones similares, “existe una voluntad de manifestar el gusto de la época, en la que la burguesía decide estar a la moda de lo que se lleva en Europa y en la América del Caribe, en las quintas cubanas con leguaje colonial”.

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