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“Las personas que trabajan en el frente de un fuego lo dan todo”

Francisco Prieto es jefe de la Sección de Montes del Cabildo. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

El jefe de la Sección de Montes del Servicio de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de La Palma, Francisco Prieto, ingeniero de Montes, defiende la labor que realiza en la Isla el personal que lucha contra el fuego y rechaza las críticas que se formulan respecto a las labores de extinción. “Hacen un trabajo tremendo en unas condiciones muy difíciles, y a veces las cosas salen bien y otras no, pero trabajar, trabajan, se dejan mucho sudor y arriesgan su vida”, ha señalado a La Palma Ahora. “Comentar el incendio desde fuera tomándose una cerveza fresquita es muy fácil, pero estar en el frente es complicado, porque ahí lo están dando todo”, ha asegurado.

Recuerda que “el personal de extinción tiene que llevar un equipo de protección que da muchísimo calor, y a eso hay que añadir el ejercicio físico que se realiza y la cercanía de las llamas”. “Eso el que no lo ha vivido no sabe lo que es, porque a veces las llamas no les dan tiempo para beber ni comer, comen y beben cuando pueden y no dejan de trabajar; en ese sentido quiero agradecer su labor, porque es tremenda; hay gente que todavía no la reconoce porque no los ve trabajando ni se imagina qué es lo que hacen”, dice.

Respecto al fallecimiento del agente forestal Francisco Santana en el incendio del pasado mes de agosto, Prieto ha apuntado que “era un compañero que tenía una dedicación muy grande a su trabajo, nunca dejaba de estudiar –se licenció en Derecho- y siempre colaboraba en todo lo que le pedías; era una persona muy querida y además de compañero de trabajo, amigo de muchos; su muerte fue un accidente, pero afecta un montón”.

El jefe de la Sección de Montes del Servicio de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de La Palma, en relación a la intervención de personal voluntario en un incendio, indica que “en los municipios siempre han habido agrupaciones de Protección Civil y asociaciones de voluntarios, pero tienen que tener una organización, una cabeza visible, disponer de equipos de protección individual y contar con formación”. “En las primeras fases del conato su intervención podría ser efectiva, luego si el fuego adquiere unas determinadas dimensiones pues ya conviene que sean los profesionales los que actúen, y los voluntarios actuarán también pero no ya tan directamente en el frente del fuego, aunque todo dependerá de la formación que tengan, porque si esta es buena y están bien organizados, podrían actuar en determinados casos; lo importante es que tengan una organización para que se puedan integrar dentro de la estructura de mando del incendio”, subraya.

Después del fuego de agosto, que duró seis días, las labores en estos momentos se centran en frenar las escorrentías. “El problema ahora no es el propio incendio, porque el pino canario se recupera muy bien -salvo las zonas de copa, donde le cuesta más- el problema es el régimen de lluvias torrenciales que tiene La Palma. Al quedar el terreno sin la protección de la vegetación, hay mucha posibilidad de que haya arrastres, porque, además, la ceniza es impermeable y ayuda a que se produzcan esas escorrentías”, explica. “Se está intentando que no se produzcan esos arrastres hacia las zonas bajas pobladas mediante obras transversales en los barrancos y barranqueras para disminuir la velocidad del agua y que tenga menos capacidad erosiva y de arrastre, y al mismo tiempo, retener el material en la zona alta para que no llegue a las zonas habitadas”.

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