Kailos o el arte de viajar por el mundo con los bolsillos casi vacíos

Kailos ha estado viajando este año durante seis meses. Foto: LUZ RODRÍGUEZ

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —
  • Este joven palmero ha visitado 50 países en los últimos cinco años y lo ha hecho con un presupuesto muy limitado. Inició su aventura en 2009 “sin un duro” y con billetes de Ryanair a un euro con destino a aeropuertos europeos. Intenta vivir del blog www.tremendoviaje.com y de una consultoría.

El primer recuerdo que tiene de un viaje en avión se remonta a su más tierna infancia, un trayecto entre Lanzarote y Tenerife en un resistente fokker en los tiempos que “daban Coca-Cola” en los vuelos. Carlos Morales (Santa Cruz de La Palma, 1988), Kailos para los amigos, reconoce que cuando se subía en una aeronave era “el típico niño 'tocapelotas' que pedía chocolatinas y esas cosas”. De pequeño no jugaba al fútbol; pasaba el tiempo consultando atlas y enciclopedias o jugando con la 'game boy'. “Soy un friki”, ha confesado a LA PALMA AHORA. Con ocho años, Internet irrumpió en su vida y su abuela pronosticó que “ese jodido aparato” le iba a fastidiar su existencia, pero se equivocó, porque gracias al ciberespacio, Kailos, que cursó estudios de Comunicación Audiovisual en la Universidad Pontificia de Salamanca, ha visitado casi 50 países en los últimos cinco años y lo ha hecho con un presupuesto muy limitado.

En 2009 creó el blog www.tremendoviaje.com que pasó de registrar 300 visitas al mes a 9.000 en julio de 2009. “Empecé a escribir sobre viajes y mis amigos me convencieron para que continuara con el blog y creara una consultoría, que puse en marcha hace dos años”. “Viajo todo lo que puedo, y mi intención era que en cinco años este proyecto se convirtiera en un trabajo remunerado del que pudiera vivir, pero la situación ha ido de mal en peor, como todo el mundo”, admite, pero no va a abandonar el barco (o más bien el avión). “Ahora tampoco tengo más opciones; si tuviera un trabajo que mereciera la pena, pararía la pata y la mochila una temporada y después seguiría viajando, pero no salta la oportunidad, y no es por no buscarla”, asegura Kailos, que domina perfectamente el inglés y se ha especializado en marketing turístico.

Los trabajos de consultoría de viajes que realiza, de momento, “son puntuales” porque “en La Palma, en Canarias y en España no estamos acostumbrados a pagar por estos servicios, preferimos pegarnos 20 horas haciendo ese trabajo que delegarlo en alguien”, dice. Sus clientes, mayormente, son canarios, de entre 25 y 40 años. “Es gente que visita mi blog, se sorprende con los precios y me pide que les busque algo, aunque si hay dinero también puedo ofrecer el producto 'blanco y en botella”, es decir, un viaje organizado “al dedillo”.

Kailos logra viajar barato porque está “pendiente de las ofertas”, se queda en casa de amigos –si es posible- elabora contenidos para hoteles y, si las circunstancias lo imponen, “pues se pasa un poquito de hambre”. “Fui a Nueva York por 200 euros ida y vuelta y dormí en casa de un amigo de Tazacorte”, relata. Este trotamundos gasta en una semana entre “100 y 200 euros, dependiendo del viaje, pero siempre voy a sitios baratos”. Su lema es 'Bajo coste, grandes resultados'. “Sé manejar bien el dinero; la economía es el arte de viajar con los recursos escasos y eso se me da bastante bien, porque tengo los recursos escasos y viejo”, subraya. Y viaja tanto que este año ha estado durante seis meses de avión en avión y de país en país, con la oficina en la mochila, y todo gracias a que aplica lo que él denomina “coste inteligente”.

Una de las aventuras que más le ha marcado fue la vuelta al mundo en 2010 en dos meses, y concretamente su estancia en Nueva Zelanda. “Los viajes me enriquecen –pero hacerme rico no, te lo aseguro- me permiten conocer personas, lugares...”.

A los progenitores de Kailos les costó, en un primer momento, aceptar la vida de trotamundos de su hijo, pero ya lo consideran “una persona de bien porque llevo cinco trabajando en esto y cuando estoy en La Palma me encierro en una oficina 10 o 12 horas diarias; estoy hasta pálido en pleno mes de agosto”, se lamenta, aunque también ha podido disfrutar de la playa en el presente estío.

El próximo viaje confirmado, de dos meses de duración, será en noviembre a Nueva York, aunque antes tiene “un par de cosas más que aún no están cerradas, dentro de un par de semanas sabré a dónde voy”. Los dos mejores vuelos del año pasado fueron un Barcelona-Australia, idea y vuelta, por 650 euros, y un Barcelona- Shangai, también idea y vuelta, por 290 euros “y en agosto”. Ahora le está echando el ojo a un Lisboa-Hawai por 400 euros, pero, de momento, precisa, “no puedo cogerlo porque no tengo dinero”. Ya lo conseguirá, porque si de algo sabe Kailos es de buscar recursos para viajar, aunque sean escasos, y rentabilizarlos al máximo. Unos conocimientos muy valiosos en estos tiempos de crisis.

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