El oncólogo palmero Norberto Batista ingresa en la Real Academia de Medicina de Tenerife

De izquierda a derecha, Juan Capote, Norberto Batista, Manuel Toledo, Juan Antonio Pino y Francisco Toledo.

La Palma Ahora

Santa Cruz de La Palma —

La Palma vuelve a tener cinco ‘Académicos de Número’ en la Real Academia de Medicina de Tenerife, de ámbito regional. El prestigioso oncólogo Norberto Batista ingresó en la institución el pasado 26 de abril con un discurso titulado ‘Onco-inmunoterapia. Aproximación histórica’. “La inmunoterapia se ha instalado de forma definitiva como una columna más sobre la que soportar el tratamiento del cáncer. En este momento, están en marcha más de dos centenares de ensayos clínicos en 30 tumores diferentes, y todo parece que en los próximos años estaremos en condiciones de ofrecerles a los pacientes soluciones terapéuticas hasta ahora no soñada”, aseguró.

Con este nuevo ingreso, vuelven a ser cinco los palmeros ‘Académicos de Número’ en la Real Academia de Medicina de Tenerife tras el fallecimiento de Enrique Fernández Caldas en 2013. En la actualidad, La Palma está representada en esta institución por los doctores Antonio Pino, los hermanos Francisco y Manuel Toledo, Juan Capote y el ya citado Norberto Batista. Esta proporción de ‘académicos’ procedentes de una isla no capitalina es significativa en el contexto regional. Han sido también ‘Académicos de Número’ otros palmeros como los doctores Tomás Cerviá o Máximo Hernández.

El presidente de honor de la Real Academia de Medicina de Tenerife, el doctor Javier Parache, destacó de Norberto Batista tanto su faceta profesional como humana.

La contestación (laudatio) al discurso del oncólogo palmero corrigió a cargo del conocido hematólogo Luis Hernández Nieto, quien tras glosar el dilatado currículum de Batista, manifestó que “nuestro académico electo forma parte de una pléyade de investigadores esforzados, que desde una actividad clínica de trinchera y en el tiempo que les queda teóricamente libre, están participando de forma entusiasta y activa en ensayos clínicos controlados, y contribuyendo a desmentir progresivamente tan funesta visión del cáncer como algo irremisiblemente fatal”.

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