“Si no consigo trabajo en la Isla estoy dispuesta a emigrar a otro país”
Es una joven formada y en paro que ve su futuro laboral en La Palma “complicado”. Aroa Hernández Medina (Los Llanos de Aridane, 1990) se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Valladolid, en el campus María Zambrano de Segovia, y en la actualidad está dispuesta a trasladarse “a cualquier lugar para encontrar trabajo”, según ha asegurado a LA PALMA AHORA. “Ahora dedico el tiempo a estudiar inglés y a diseñar, y a buscar un empleo en lo que sea, aunque no tenga nada que ver con mis estudios”, señala. “No me importa fijar mi residencia en otra isla, en la Península o en el extranjero”.
Aroa insiste en que “si no encuentro un trabajo en el que pueda desarrollar mis dotes de publicitaria y relaciones públicas, mi objetivo es conseguir algunos ahorros y emigrar a otro país donde pueda alcanzar un buen nivel de inglés y ejercer mi profesión, logrando así experiencia laboral en mi campo”.
Cuando Aroa comenzó sus estudios, ya intuía que La Palma no le iba a ofrecer oportunidades laborales. “Tuve que cursar la carrera en la Península, y a pesar de que en Canarias hay varias agencias, en las grandes ciudades en donde hay una mayor implantación de agencias publicitarias”, explica. “De todos modos, estos estudios te ofrecen la posibilidad de trabajar no sólo en agencias sino también en departamentos de comunicación de cualquier empresa”, precisa.
Aroa, que obtuvo el 3º Premio de Cartelería en el Concurso de la Viña y el Vino 2014, está familiarizada con la precariedad laboral en la que viven actualmente los jóvenes. “Gran parte de mis amigos o conocidos que han finalizado sus estudios han tenido que emigrar para poder trabajar en su campo o reforzar idiomas, y posteriormente, buscar un empleo”. “Aquí no se les ha contratado no sólo porque no hay empleo sino por carecer de experiencia laboral, porque en este campo se exigen dos años, y eso es muy difícil si no te dan la oportunidad”, se lamenta. “La única manera de conseguir esa experiencia es haciendo prácticas –la mayor parte, gratuitas- pasando de una empresa a otra hasta que te hagan un contrato, y eso todos los jóvenes no se lo pueden permitir, únicamente los que cuentan con el respaldo económico de sus padres”, apunta. “En otros países sí te brindan esa oportunidad y confían en la juventud ofreciéndole empleo cuando finalizan sus estudios”, subraya. “La gran mayoría de personas que conozco que han emigrado a otros países, ocupan actualmente puestos acordes con sus estudios”.
