“Lloré cuando oí que la medalla de oro se iba a la tierra de las papas arrugadas”

William Lorenzo muestra la medalla de oro junto a su profesor Enrique García, este lunes. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

A los tres años “jugaba con calderitos y elaboraba croquetas con tierra”, y a los 20 acaba de ganar la medalla de oro en la especialidad de cocina de la 35ª edición del Spain Skills y representará a España en las olimpiadas gastronómicas mundiales de Brasil. William Lorenzo, alumno del IES Virgen de Las Nieves de Santa Cruz de La Palma, es, sin ninguna duda, un vocacional de la cocina. Él y su profesor, Enrique García Leal, han regresado de Madrid satisfechos por el triunfo, y este lunes han sido recibidos en el centro con muestras de alegría. “Es la primera vez que Canarias consigue una medalla de oro en esta competición, y la anterior, de plata, también la ganó hace dos años un alumno de este centro”, ha recordado a LA PALMA AHORA el citado docente, quien ha asegurado que “esta medalla es un prestigio muy grande para el IES Virgen de Las Nieves; haber conseguido llegar al campeonato nacional durante cuatro ediciones consecutivas con diferentes alumnos, significa que aquí se está trabajando bien y que ahora mismo podemos decir que somos uno de los centros referentes de toda Canarias”.

William, que representó al Archipiélago en este certamen, hizo el pasado viernes su particular Transvulcania en el pabellón Ifema de Madrid, donde compitió con 17 alumnos menores de 22 años procedentes de distintas comunidades y con un alto nivel. “Estuve 17 horas de pie, sin parar, pero estaba tranquilo y relajado, sabía que lo había hecho bien, me sentía orgulloso de haber dejado a Canarias en un lugar alto, para que se sepa que en el Archipiélago también tenemos una buena representación en cocina, pero no esperaba ganar”. El fallo del jurado le desconcertó. “Me sentía cansado y quería irme a dormir, no pensaba que fuera a conseguir nada, pero cuando dijeron que la medalla de oro se iba a la tierra de las papas arrugadas y el mojo, me emocioné, y mientras recogía el premio y me hacían fotos, no dejaba de llorar y de secarme las lágrimas con la camiseta”, ha confesado a este digital.

Este joven estudiante, que tiene las ideas muy claras, asegura que la experiencia fue “muy gratificante; lo único que quería era salir contento con mi trabajo”, afirma, y destaca “el buen rollo con los compañeros, todos muy buena gente, con los que intercambié información”. “Fue un encuentro globalmente enriquecedor para todos”, subraya. “La conexión con el equipo de Canarias fue increíble, genial, y todo estuvo muy bien organizado; hubo un compañerismo total, y, aunque pertenecíamos a diferentes modalidades, siempre estuvimos juntos y eso me ayudó mucho a la hora de competir, porque sientes que tienes un apoyo enorme”, reconoce.

En la Olimpiada Nacional de Cocina William tuvo que elaborar tres aperitivos, que bautizó con los nombres de ‘Mini hamburguesa con guacamole y vieira’, ‘Tosta de setas cremosas con cangrejo real’ y ‘Cono crujiente de salmón y atún“. De primer plató confeccionó una ‘Popieta de lubina sobre arroz cremoso y crujiente de jamón serrano y salsa de azafrán’, de tercero, ‘Carré de cordero relleno de plátano y espinaca con salsa de vino y cebolletas glaseadas. De postre, un ‘Semifrío de almendras sobre tierra volcánica y bizcocho de menta’. ”Algunos ingredientes de los platos eran impuestos, y William fue uno de los poquísimos que rellenó el carré de cordero con plátano y espinacas, utilizando productos de La Palma, que siempre llevamos; el hecho de verlo deshuesando el carré y de que fuera uno de los pocos que empleó productos autóctonos, llamó mucho la atención al jurado“, apunta García Leal, quien destaca que ”la experiencia fue emocionante e intensa, porque llegar allí y ver a los mejores de España, 18 alumnos de todas las comunidades, menores de 22 años, los mejores de los mejores…Fue muy bonito, contemplar el trabajo de todos esos chicos da gusto, y la terminación de los platos fue impresionante“, recalca. ”Es un orgullo, el esfuerzo que hacemos los profesores, las horas que les dedicamos, es para obtener estas recompensas“.

Pero Enrique deja claro que “los premios están muy bien, pero lo importante es el esfuerzo, el trabajo, la humildad y tener los pies en la tierra; William es muy joven, tiene solo 20 años y poco a poco de todos puede ir aprendiendo”. “Lo que le aconsejo es que cuando venga del mundial, que le va a abrir muchas puertas, esté seis meses en un restaurante, luego en otro, y así va captando y aprendiendo, que tiene mucho tiempo por delante”.

De cara al mundial de Brasil, William se preparará con un equipo integrado por el propio Enrique García Leal; David Pérez, del restaurante El Carmen de El Paso, y Tomás Negrín, quien fuera profesor de García Leal. “Me dio clase de cocina en los primeros años de mis estudios y es una persona sabia en la que tengo mucha confianza”, dice. William se desplazará a la World Skills, que se celebrará en Río de Janeiro el próximo mes de agosto, acompañado por García Leal y un representante del Gobierno de Canarias.

Agradecimiento a los patrocinadores

La medalla de oro que logró este alumno del IES de Las Nieves “no hubiera sido posible”, según reconoce el propio William, “sin la colaboración del Gobierno de Canarias, Cabildo de La Palma, Ayuntamiento de El Paso, Tomás Barreto, Carnes Vara del Rey, Rótulos Nolo, Restaurante El Carmen, Harinera Palmera y Frutpalma, que nos han echado una mano, sin ellos hubiese sido todo muy complicado”. García Leal, por su parte, recuerda que “estos concursos conllevan muchos gastos; William estuvo entrenando dos meses en el restaurante El Carmen, con el que firmamos un convenio de colaboración para que realizara el servicio diario, cogiera destreza y habilidad, y elaborara los platos que tenía que hacer en el campeonato”. Añade que “teníamos que llevar material costoso con el que la escuela no contaba, y hubo que comprarlo, porque cuando vas a un campeonato de estos y quieres estar a la altura de los mejores, debes disponer de un mínimo de material, y gracias a esos patrocinadores, que aportaron tanto el género como el utillaje, fue posible; por ello quiero darles las gracias y pedirles que nos echen también una manita para el campeonato mundial”.

El flamante ganador de la 35ª edición del Spain Skills es claramente un vocacional de la cocina. “Desde que tenía tres años jugaba con calderitos y hacía croquetas con tierra”, comenta. Le gusta aprender “de las personalidades de Ferran Adrià, Martín Berasategui o Arzak, pero, en general, no tengo ningún referente, porque de todos me puedo enriquecer, es un mundo abierto”. “La cocina tradicional, la clásica, tenemos que tenerla presente, ahí están las raíces de las que venimos; a mí me encanta la cocina personal, de autor, pero siempre mirando atrás y teniendo en cuenta esa cocina clásica, buscar nuevas técnicas e innovar, pero con esa base, hay que respetar esos cimientos”, remarca.

En agosto, en Río de Janeiro, William debe enfrentarse a un nuevo reto, a otra Transvulcania gastronómica en la que también está dispuesto a dejarse la piel. “Intentaré trabajar bien para demostrar que en España hay un buen nivel de cocina, dejar el listón lo más alto posible, y voy a Brasil con humildad y con muchas ganas de aprender de la experiencia; si hay premio, perfecto, y si no lo hay, pues no pasa nada, puesto que haber ido a la competición nacional ya ha sido un honor, y representar a España en Brasil me parece increíble”. “Ahora descansaré una semana y me pondré en marcha cuanto antes, y en la misma línea: trabajo duro, esfuerzo, dedicación absoluta, y todo el tiempo necesario, y más”. Entrega total a su vocación.

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