Nunca Salamanca había vivido una situación parecida. Pero en los últimos años, desde el año 2012, los problemas en la Policía Local se han ido incrementando. Y parece que ya hay una gota que colma el vaso del “hartazgo” policial.
Se llama José Manuel Fernández. Y es el jefe de la Policía Local de Salamanca desde enero de 2012, un puesto al que accedió con muchos agentes en contra, ya que desde que en 1981 entró como policía se ha granjeado enemistades y fidelidades. No deja a nadie sin opinión. Su relación con el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, también es otro de los elementos más contestados por parte sindical.
Pero ahora, los sindicatos ya dieron un golpe en la mesa y el lunes se concentraron ante las puertas de la sede de la Policía Local de Salamanca para protestar ante la imposición de una Policía de Barrio, que es considerada como una Policía “política” por los tres sindicatos convocantes –SPPME, UGT y CSIF-. En el escrito de convocatoria de la concentración se habla de que es una medida “absurda” y que se adopta “por capricho del equipo de Gobierno y de Jefatura”.
La gota es la Policía de Barrio. Pero en estos tres años que lleva José Manuel Fernández al frente de la Policía Local de Salamanca el malestar y las bajas entre los agentes crecieron. Así, se dice en el escrito que con esa concentración se quiere dar a conocer que “estamos hartos”, que “hemos llegado al tope”, que los “agravios comparativos que el jefe ha creado, porque así se le ha antojado, están pesando hasta límites muy altos en nuestro día a día”.
Pero el problema de fondo es la actitud del jefe de la Policía Local, conocido como “JM” , al que los sindicatos definen como un “político” y que en esta campaña electoral quiere “vende” a los agentes “a la primera de cambio”. Además, lo acusan de tomarse su trabajo “como un cortijo en el que hace y deshace a su antojo, que nos trata de forma déspota y soberbia, arbitraria, que discrimina a la mayoría y favorece a unos pocos elegidos”.
“Nos bajaron el sueldo, nos retiraron los copagos sanitarios, el plan de pensiones, nos quitaron la paga extra, la productividad por el plan de calidad que no nos quieren devolver, nos suben las horas, nos meten los viernes marianos a capón y si te pones enfermo te quitan dinero, si pides dos horas de un festivo no te lo pagan”, así se quejan los sindicatos policiales.
La realidad es que José Manuel Fernández no solo encuentra problemas en su propia casa, sino que también tiene contestación en la Policía Nacional, donde los enfrentamientos entre agentes de los dos cuerpos son frecuentes. Según fuentes de la Policía Local, el problema surge “porque en algunas ocasiones invadimos competencias que son de la Nacional”.
Y estos problemas ya le han llegado al alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, quien en muchos casos ha tratado de dialogar, de evitar los enfrentamientos con el jefe de la Policía Local, quien es considerado en medios policiales como el protegido del regidor salmantino. Pero la tensión va en aumento. Y los agentes que hace años callaban, para evitarse problemas, ahora ya están dispuestos a hablar y a silbar contra su jefe.
