Las comparaciones son odiosas y las metáforas también lo son: que si se habla de dinero negro, sobresueldos, de la contabilidad “B”, de la caja oculta del PP… El caso es que negro y muy negro lo están viendo en el Partido Popular este agosto del 2013, a pesar de los signos de bonanza económica que dicen que se ven ya al final del túnel… negro de España. Esto sucede porque no cogen al toro (Bárcenas y la corrupción del caso Gürtel) por los cuernos y se enfrentan a la cruda realidad social española (menos austeridad y más estímulos al crecimiento y al empleo, reformas laborales inútiles, paro y más paro real). Rajoy sigue impertérrito, negándolo todo, en una actitud numantina. Para el PP y para Rajoy todo vale.
Y no hablamos solo del caso Bárcenas ni de la posible moción de censura -o dimisión- de Rajoy. Eso lleva ya su curso con el juez Ruz, junto a las investigaciones judiciales de la presunta financiación irregular del PP, la ocultación de grandes donativos de constructores al Partido Popular, y los posibles delitos fiscales por sobresueldos de los dirigentes peperos. Aunque estas acusaciones para el PP –para Rajoy- son mentiras interpretables: todo es del color del cristal con que se mire. Todo vale para el PP. Dijo Mariano Rajoy en el Parlamento español que no es responsable de las mentiras de un delincuente como Bárcenas. Por cierto, al que él nombró tesorero de su partido y le tildó de intachable y honorable persona, merecedor de gran confianza para él...
Vemos ahora que el Presidente del Constitucional, Pérez de los Cobos, defiende el compaginar su militancia del PP -con carné y pago de cuotas-, con su cargo de magistrado –al menos tres años- del alto Tribunal ??!! Y se queda tan pancho el actual Presidente Pérez, apoyado tenazmente por los dirigentes de su partido. ¿Se puede ser militante destacado de un partido y ser a la vez magistrado, nada menos que del Tribunal Constitucional, decidiendo sobre varios casos presentados por su propio partido? Y esto se hace sabiendo que los estatutos del partido de Rajoy fijan como deber sagrado del afiliado “cumplir las directrices políticas e ideológicas del partido.
Y la cuestión es que el alto magistrado, Pérez de los Cobos, y el PP solo admitieron esta doble condición mismamente cuando la destapa los medios de comunicación. Antes, calladitos y mintiendo…Porque no solo ocultó su militancia, sino también escondió varios trabajos de asesoramiento al PP desde 1992.
Lo que más asusta –democráticamente- de este asunto es que sea precisamente el Presidente de Constitucional, el que lo afirma. Él que se supone que es la máxima autoridad en la interpretación de la Constitución Española.
¡Que Dios nos pille confesados y comulgados…! Si el más alto magistrado del Constitucional piensa así y lo interpreta a su interés, ¿a dónde vamos a llegar, y qué nos espera de la veracidad de la Justicia? Dice este magistrado Pérez que cree que es legal y ético lo que ha hecho… Entonces, la pregunta obvia es: ¿por qué lo ocultaron él y su partido?
¿Y este señor va a presidir el Tribunal que va dilucidar más de 11 recursos del PSOE, otros partidos y autonomías contra leyes del gobierno Rajoy? ¿Ha decidido sobre temas de máxima importancia constitucional para las autonomías de Andalucía, Cataluña, etc...?
Bien claros son los artículos de la Constitución que fijan la imparcialidad y la neutralidad para impartir justicia, y otros que exponen la exacta alusión a que la militancia en partidos es incompatible con cargos en la magistratura. Pero el magistrado Pérez de lo Cobos y el PP se aferran a trabalenguas jurídicos incomprensibles y poco democráticos.
El caso es que este magistrado -por la lealtad a su partido y por sus mentiras- ha dañado severamente el prestigio y la ética de la justicia española. Y ha colocado a su compañeros del Tribunal Constitucional en posiciones muy delicadas y de dudosa veracidad y de falta de respeto.
Todo vale en el partido de la gaviota azul. Y la mejor defensa es un ataque: así lo están haciendo tanto en el tema de las incompatibilidades del Presidente del Constitucional como ahora con el caso Bárcenas y antes con el de Gürtel. A Rajoy solo se le ocurre, para defenderse, atacar y ningunear a los otros, a toda la oposición y a los españoles.
Los últimos sondeos de agosto -barómetro del CIS y otros- revelan una vez más la caída en picado del PP. Y los titulares de muchos diarios son muy elocuentes: “El PP se hunde en el lodo de Bárcenas”.
Los populares han dilapidado su tesoro electoral del 2011. Pero, en sede parlamentaria, Rajoy perdió la oportunidad de decir la verdad, de abrir la caja negra del PP. No lo ha hecho. Los españoles no le han creído, ni antes con sus promesas electorales incumplidas, ni ahora con el caso Bárcenas. Rajoy apenas tiene ya credibilidad. Veremos si la señora Cospedal y cía aclaran algo al juez Ruz en su comparecencia en sede judicial para defenderse de su tesorero infiel, para aclarar la caja negra del Partido Popular y para limpiar la la ya denostada “marca España”.
