Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Acumulando horas de vuelo

Pedro Serrano Solana

“Si hay que ir, se va, pero ir ‘pa ná’ es tontería…”, decía el dúo cómico Cruz y Raya en uno de sus gags más celebrados. Y la frase bien podría aplicarse al largo viaje que ha hecho el UCAM Universidad Católica de Murcia Club de Baloncesto para enfrentarse al Enisey Krasnoyarsk en la segunda jornada de la BasketBall Champions Leage: nada menos que 8427 kilómetros desde nuestra ciudad. Cabe recordar que el equipo no pasó por Murcia y que enlazó su desplazamiento a Donosti, donde el domingo derrotó a GBC en la cuarta jornada de la Liga Endesa, con la segunda jornada de la competición europea. Sin embargo, y ésta es la mejor parte, los de Ibón Navarro sí que han ido a Siberia “para algo”: además de acumular horas literales de vuelo, también las han acumulado en sentido metafórico; las han aprovechado para seguir construyendo su juego y encima se han traído una victoria. Miel sobre hojuelas.

En más de cien años de historia del baloncesto, la sabiduría popular ligada a este deporte ha generado un buen número de aforismos que, generalmente, se cumplen. Por ejemplo, para dar a la parcela más gris y menos vistosa del juego el valor que merece, decimos que el ataque gana partidos y la defensa gana campeonatos. La defensa, con su punto final llamado rebote defensivo, no depende tanto del acierto en un día concreto, como pudiera pasar con el ataque. La defensa depende del físico, de la actitud, de la predisposición y también de la inteligencia, aunque habrá de ser más intensa cuanto más exigente sea el equipo al que te enfrentas. En Rusia, la defensa del CB Murcia fue algo irregular en el inicio del partido, buena un poco después y, por momentos, muy buena en la fase más madura del encuentro.

Eso sí, el baloncesto consiste finalmente en meter más canastas que el rival durante los 40 minutos reglamentarios de juego, y el equipo murciano volvió a desperdiciar una porción: nada menos que 5 minutos tardó en lograr sus primeros puntos. La suerte es que Enisey Krasnoyarsk sólo pudo anotar 6 en ese mismo periodo. Ibón Navarro decidió no convocar a Oleson -con un esguince- y a Hannah -que viajó a Estados Unidos por asuntos personales-, y optó por un primer quinteto formado por Kloof, Benite, Soko, Lukovic y Tumba, dejando claro que uno de sus objetivos era recuperar mentalmente al alero británico reconvertido en 4 -algo aparentemente no conseguido-. Por lo demás, este cinco inicial es pura intimidación y dinamita defensiva, pero sin mover bien el balón y sin tino, pólvora mojada en ataque. Sin embargo, con eso que llaman “oficio”, con paciencia y con la entrada en pista de Urtasun y Rojas, Murcia comenzó a sacar canastas. En este caso fueron puntos bajo el aro -Delía, Rojas, Kloof-, jugando el bloqueo y continuación o en contraataque.

Pero el que de verdad abrió la lata y encendió la luz fue, una vez más, Álex Urtasun, un gran fichaje que vino forzado por la necesidad de un jugador cupo al lesionarse Antelo, y que se ha convertido en un inesperado primer recurso ofensivo, más aún en ausencia de Oleson. Sí, Antelo es un ala-pívot y Urtasun es un jugador exterior, pero necesidad obliga: ante las dificultades de dar con un 4 nacional y teniendo a Soko como jugador al que poder reconvertir temporalmente en ala-pívot, se optó por sumar una rotación más en el perímetro. La buena suerte ha sonreído a Murcia, porque sin los puntos de Urtasun -y sin su inteligencia, su experiencia y su desparpajo-, este inicio de temporada habría sido un infierno para los murcianos.

Quitada la telaraña del aro, en el segundo cuarto se unió Sadiel Rojas para dar a los rojiblancos la primera ventaja en el marcador, 25-26, pero Enisey Krasnoyarsk no se dejó llevar, y con una gran circulación de balón y más acierto que Murcia en el triple, recuperó su ventaja y terminó por delante antes de irse a vestuarios (39-34).

Después del descanso fueron Rojas y Lukovic los que martillearon desde el perímetro, y en el tercer cuarto, como curiosidad, hay que destacar el 50-50 que lució en el electrónico tras un triple de Benite: en Donosti se dio el mismo marcador después de que Urtasun anotara desde el 6’70, y a partir de ahí Murcia ya no soltó la delantera para acabar ganando por 67-68. Lo mismo sucedió en Krasnoyarsk: Benite llegó puntual con su momento caliente y su mano de seda; luego trabajo y más trabajo, defensa y más defensa, intimidación, acierto en los tiros libres y victoria final por 62-68.

Murcia prácticamente calcó en Siberia los pobres porcentajes de acierto en tiros de 2 y en triples de su partido ante GBC, así como su buena puntería desde el tiro libre y su dominio del rebote. Con eso le ha bastado para ganar sus cuatro últimos enfrentamientos de forma casi idéntica -Andorra, Hapoel Holon, GBC y Enisey-, y a pesar de la satisfacción por el gran trabajo del entrenador y por la entrega de los jugadores, todos suspiramos por las ganas de ver incorporado a Faverani, por tener más herramientas ofensivas y, por supuesto, por seguir acumulando horas de vuelo tan productivas como las de Krasnoyarsk.

Lo que está por venir es, en ACB, una de las mejores plantillas de España, la del campeón Valencia Basket, que tiene un compromiso de Euroliga este viernes en su pista antes de llegar al Palacio. Y después, la visita a Murcia de Scott Bamforth con su Dinamo Sassari, y allá lejos, al siguiente domingo, el viaje al Palau Blaugrana. La temporada ya ha cogido carrerilla.

Etiquetas
stats