Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

“Sigo actuando más en Brasil que en España”

Alex Serrano de la compañía Agrupación Señor Serrano / Nacho Gómez

José Antonio Fuentes

Murcia —
  • La compañía catalana Agrupación Señor Serrano actúa por primera vez en Murcia dentro de la XVI edición del Festival Internacional de Teatro de Títeres de la Región de Murcia, Titeremurcia.

Titeremurcia cuenta este año con la participación de 14 prestigiosas compañías nacionales e internacionales, las cuales ofrecerán a partir de este fin de semana un total de 37 actividades dirigidas al público familiar, escolar y adulto en la Región.

Agrupación Señor Serrano se fundó en 2006 por Álex Serrano. Dos años más tarde se incorporaron e impulsaron la compañía tal y como la conocemos hoy Pau Palacios, Bárbara Bloin y una extensa lista de colaboradores. Señor Serrano crea piezas originales donde mezclan vídeo en directo, maquetas, texto, performance, sonido y objetos. Han obtenido diversos premios como el León de Plata de la Bienal de Venecia 2015 o la concesión del Premio Ciudad de Barcelona de Teatro 2017. 

Hablamos con Álex Serrano, 43 años, de BBBB BRICKMAN BRANDO BUBBLE BOOM, la pieza que presentan el próximo sábado 11 de noviembre en el Teatro Circo, sobre política institucional y ciudadana, vivencias y supervivencia de la creación escénica contemporánea en España. Antes de comenzar la entrevista sale a relucir Cobi, la mascota de Barcelona 92, porque si bien del deporte también se sale, como decía Albert Pla, se echa de menos cierto espíritu olímpico en la resolución de conflictos políticos.

BBBB es una producción de un festival de nuevas tendencias escénicas, obtuvo el premio al espectáculo más innovador en una feria internacional de teatro y danza, mientras que el próximo sábado actuáis en un festival de títeres. ¿Se borran las fronteras de las artes escénicas con las nuevas dramaturgias?BBBB

En España estamos encasillados como artes escénicas contemporáneas. Pero lo bueno de las nuevas tendencias o los lenguajes multidisciplinares es que básicamente son esto, multidisciplinares, y pueden situarse en muchos campos diferentes. Es algo que sorprende aquí, pero en el extranjero está muy normalizado. La etiqueta nuevas tendencias ya no existe. Se da por supuesto que puedes hacer cosas diferentes en ámbitos diferentes con lenguajes diferentes.

Con la reciente polémica tras la apertura de Naves Matadero-Centro Internacional de Artes Vivas en Madrid parece que en España queda mucho camino por recorrer.

Lo que ha sucedido históricamente en el teatro es paradigmático. El teatro clásico nace como algo multidisciplinar. Hay canto coral, bacanal, música en escena, teatro, parodia, rito… Hay muchas disciplinas diferentes conviviendo en un solo ámbito. Pero en Europa, a partir del renacimiento y sobre todo el romanticismo, la idea del teatro se enclaustra en algo muy pequeño, algo burgués y costumbrista. Un tipo de representación que sirve para el entretenimiento de la burguesía.

Con la aparición del cine parecía que esto debía cambiar. El cine irrumpe y arrolla con la representación más costumbrista. Es imposible ganar al cine en la representación de la realidad. Pero la mayor parte del teatro se mantiene en sus trece en un intento desesperado de ser fiel a la realidad. Mientras que las artes multidisciplinares se mueven hacia los lados al encuentro con otras disciplinas lo que, en el fondo, supone una vuelta al punto de origen del teatro; la multidisciplinariedad.

El capitalismo se ha apoderado también de la nostalgia o el sentimiento de perdida por cosas o experiencias que la mayoría de personas sólo conocemos por medio de una pantalla. ¿Qué función juega el uso de imágenes icónicas en la narración dentro de vuestra dramaturgia?

En el fondo hablamos de quién posee el relato de los acontecimientos. Nos agarramos a la verdad, pero ésta no es más que una forma de contar la historia que siempre tiene múltiples puntos de vista. La construcción de la realidad es una fábula y el poder político, social o económico, llámalo como quieras, quiere obtener el relato dominante.

El teatro convencional, más costumbrista, se apodera del relato. La convención teatral no fractura la fábula en favor de la verosimilitud escénica. Nosotros, en cambio, mostramos cómo se construye y las diferentes capas que se superponen en su construcción. No sólo explicamos una historia, sino que mostramos cómo la construcción del relato es un artefacto en sí mismo. Nuestro argumentario es muy diverso, desde películas de Marlon Brando a temas de Michael Jackson para mostrar la realidad y cómo se construye.

Y ¿cómo trabajáis la fusión con lo real, la nostalgia de un hogar, el derecho a una vivienda digna o vuestra propia presentación escénica?

Lo real y, cada vez más, se ha convertido en algo muy ruidoso. La realidad es un conjunto de muchas capas de difícil acceso y cuanto más te aproximas, más pornográfica se vuelve. Si he de hablar de refugiados o de la crisis hipotecaria mostrando imágenes de refugiados o de víctimas de los desahucios me va a costar mucho. A nosotros nos gusta tomar distancia y escoger una estrategia dramatúrgica que nos permita hablar de esa realidad tan escurridiza. En el caso de BBBB, al hablar de la crisis hipotecaria lo hacemos a través de Marlon Brando y de una ficción muy parecida a Ciudadano Kane como la de John Brickman. Transitamos caminos paralelos y realizamos cambios de escala que invitan al espectador a construir su propio relato. El espectador debe ir sumando todo cuanto acontece en escena porque ve cómo hacemos las cosas y ve también lo que contamos.

La experimentación con nuevas tecnologías vertebra vuestra creación escénica.  Robert Lepage dice que la luz de los proyectores sustituye al fuego entorno al cual se agrupaban personas a contarse historias en las que se distinguía al dios del mortal. ¿Seguimos en eso? ¿las historias nos ayudan a distinguir al opresor del oprimido?

No te puedo dar un titular tan bueno como la cita de Lepage, pero es cierto que aún hoy nos reunimos entorno al fuego para contarnos historias. Y estos cuentos nos sirven para entender cómo vivimos. La luz del proyector también ilumina o nos muestra historias. La ventaja de las artes escénicas, a diferencia del cine, es que en cada ocasión vuelven a vivir delante de los ojos del espectador.

Me gusta mucho el título de una exposición que vi en Burdeos hace 4 o 5 años, “Nosotros contamos historias para poder vivir”. Y es verdad, necesitamos de la ficción y de la narrativa del cuento para conseguir entendernos a nosotros mismos y cuanto sucede.

¿Pudiste votar en el referéndum del pasado 1 de octubre en Cataluña? ¿cómo estás viviendo estos días?

Pude votar, sí. Estuve más de diez horas delante del colegio electoral intentando dar apoyo y defender la sede. Más allá de las aspiraciones independentistas defiendo que no hace falta que te peguen palos por expresarte libremente. Defiendo que se pueda votar, aunque la votación sea improcedente. Defiendo el diálogo en esta situación que es un auténtico choque de trenes. Los representantes políticos de España y Cataluña son como dos toros encelados que corren el uno hacia el otro y quien está en medio somos los ciudadanos.

La verdad es que cada vez me cuesta más hablar de esto. En cierta manera creo que no soy alguien legitimizado para hablar sobre el tema. Pero en cualquier caso la distancia sigue creciendo en forma de presos políticos, de falta de diálogo real, de la fuerza de la imposición, de muros que parten ciudades, de medios de comunicación y un poder judicial intervenidos, y todo ello por el partido político más corrupto de la historia de la democracia. Siento vergüenza. Como te decía antes, se trata de ver quién controla el relato, pero nadie tiene intención de dialogar para tratar de llegar a un acuerdo.

Hablando de muros y de falta de diálogo, recientemente parte de Murcia y Cataluña se hermanaron, al menos en redes sociales, tras una actuación desproporcionada de la UIP por dos conflictos muy diferentes que se solaparon en el tiempo, el soterramiento del AVE y la celebración del referéndum en Cataluña. ¿Tiene el arte algún poder fraternal o dialógico? Y, si lo tiene, ¿alcanza más allá del espacio escénico del centro de arte de turno?

Lo que sucede es paradójico. Cada vez que alguien intenta, con este gobierno de derechas, dialogar o expresar una opinión diferente nos encontramos con palos o con la frase “esto es anticonstitucional” o “esto ya lo han decidido”. Pero se trata de expresar el derecho a la ciudadanía y construir entre todos nuevas formas de convivencia. El gobierno debería servir para ordenar esta fuerza que es muy bonita cuando proviene de la ciudadanía.

Siempre he pensado que el arte no tiene el poder de cambiar las cosas, pero sí de hacernos un poquito mejores, un poco más dialogantes y abiertos. Y creo que esta es la gran virtud de las artes en general: cuestionarnos. Si bien, cuando vas a un festival de arte contemporáneo, generalmente, el público que asiste es un público cercano a tu discurso.

Hace poco colgasteis un anuncio en Facebook buscando un/a contable para la gestión de las finanzas de la agrupación. Se me hace difícil imaginar un anuncio así para muchas compañías en Murcia. ¿Las artes escénicas en Cataluña, al menos, van bien?

Hace poco también colgamos otro anuncio buscando un productor ejecutivo. No sé si las artes escénicas en Cataluña van bien. Supongo que para determinados tipos de teatro, sí.

El 88% de nuestros ingresos proceden de la explotación, de la venta. Y de la venta, el 90% de nuestras actuaciones son en el extranjero. Este año ha sido muy excepcional porque hemos tenido 10 funciones en Cataluña de las 70 hechas por todo el mundo. La realidad es que sigo actuando más en Brasil que en España.

No me quejo, estamos muy contentos pero me sigue llamando la atención que actuemos tan poco en España. De hecho la actuación del próximo sábado en Murcia es rara de narices. Las compañías que hacemos teatro contemporáneo estamos trabajando fuera con poca ayuda pública. Y esto es curioso, recibimos dinero del Ministerio y de la Generalitat para que brasileños, franceses o portugueses puedan ver nuestras obras. La ayuda pública sirve, fundamentalmente, para mover los espectáculos en el extranjero. Por otro lado, pagamos más impuestos que dinero recibimos de ayudas, es decir, dinero que engrosa directamente el PIB español. No es dinero español que cambia de manos. Somos aportadores netos a las arcas del estado.

¿Por qué no debemos perdernos el próximo 11 de nov BBBB en el Teatro Circo?BBBB

Para todos aquellos que tengan cierta reticencia por el teatro de títeres o el teatro contemporáneo sólo decirles que nuestra propuesta está más cercana a discursos televisivos contemporáneos como la serie The Wire o alguna otra buena de HBO. En todo caso, esta pregunta debería responderla alguien del festival Titeremurcia.

Etiquetas
stats