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“La lucha contra la corrupción no es una guerra entre partidos”

Ginés Ruiz Maciá, abogado de ANSE, en su despacho de la Gran Vía de Murcia / MJA

María José Alarcón

Murcia —

En la Región de Murcia estamos asistiendo a una auténtica batalla campal entre partidos políticos y entre los representantes de ley, al extremo de que hasta la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Murcia ha hecho patente su disgusto, por lo dicho por algunos representantes políticos (concretamente del PP), que les están acusando de judicializar con sus decisiones el actual proceso preelectoral. Hablamos de todo ello con Ginés Ruiz Maciá, abogado de la Asociación de Naturalistas del Sureste en multitud de causas relacionadas con el urbanismo y el medio ambiente.

Según usted, abogado de ANSE en el caso 'Novo Carthago', entre otros, ¿es esa, la guerra política, la verdadera razón de la profusión de casos de corrupción que se están investigando actualmente?

No, esto no es una guerra entre partidos, sin perjuicio de que entre partidos se utilicen por lo visto todas las armas que puedan utilizar, y alguna otra que no deberían. Todos estos casos que ahora están en la palestra, nacen en su mayoría de denuncias puestas por movimientos ciudadanos, grupos ecologistas, asociaciones de vecinos, etcétera, que cuando ven una injusticia, pelean por tratar de repararla, y no miran colores políticos. De hecho yo, en representación de mis clientes, tengo enfrente a partidos políticos y a administraciones de distinto color. No es lo que se mira. Esto se está vendiendo como una guerra entre partidos, y en realidad lo que es, es una lucha por demostrar lo que es ilegal y lo que es legal. Nosotros carecemos de intención política. Queremos que se cumplan las normas, en este caso de protección ambiental y desarrollo sostenible.

 

La corrupción no ha nacido ayer, tiene un pasado, aunque ahora esté de máxima actualidad por el rechazo social que ya produce y porque parece que en política se ha convertido un arma cargada de futuro.

Efectivamente. Los partidos ven el asunto de la corrupción como un arma. Unos y otros ven la corrupción en el ojo ajeno. No la ven como un problema de todos, la ven como algo ajeno. Por eso 'la corrupción propia' no existe. Les sirve para echarle cosas en cara al otro, y no les preocupa lo más mínimo que los ciudadanos estamos en medio y que no nos guste la corrupción en ningún caso.

El caso Novo Carthago surge de la defensa que ANSE hace de la única ventana abierta del Mar Menor, en la que se promovió construcción de una macro urbanización, en una zona protegida. ¿Cómo se ha convertido con el paso del tiempo en una investigación por corrupción, cohecho y prevaricación?

Pues porque te pones a rascar y pasa lo que pasa, que detrás de la decisión de desproteger puede haber intereses que van más allá de lo legal. Y todo esto acaba relacionándose con las administraciones. La mayor ganancia la daba el comprar suelo barato, el más barato es el protegido y si se desprotege se convierte en el más valioso. Para eso, se van buscando los contactos necesarios, se piden los favores que haya que pedir, ya veremos si gratis o no, y se va montando el negocio a costa de lo que sea. Y eso es lo que se está tratando de aclarar, qué fue lo que pasó para que una zona de máxima protección alcanzara la posibilidad de ser el lugar a ocupar por una macro urbanización, quién intervino en ese proceso y porqué. Así que de guerra política, nada de nada. La ley está para cumplirse, y si alguien la ha hecho, que lo pague.

Pase lo que pase con las imputaciones, ¿en los terrenos de Novo Carthago usted cree que se llegará a construir o seguiremos pudiendo disfrutar de la naturaleza?

Yo confío en que no se llegue a construir. Esa zona es la única ventana que queda al Mar Menor y así está reconocido en las directrices del litoral. Nosotros perseguimos que aunque pasen diez años, allí no se pueda levantar ni una casa. Sería lamentable que desapareciera de allí lo que la naturaleza nos dio, y sería una ridiculez decirle a la gente, 'viva usted en plena naturaleza, pero sin naturaleza'. Como si dijéramos, 'viva cerca de la catedral', y quitáramos la catedral para construir pisos.

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