A nadie le gusta morir despellejado
“Hemos pasado mucho frío, pero ya estamos mejor”, musita Margarita Guerrero, concejala de Cambiemos Murcia. En la puerta de El Corte Inglés durante la mañana de sábado miembros de diferentes grupos animalistas se han quitado la ropa y se han tumbado en el suelo con ropa interior roja manchados con sangre falsa. Así han permanecido una hora para denunciar la producción de prendas hechas con piel.
“A mí me han dicho muchas veces que si es que me gusta desnudarme”, dice Estefanía Sánchez, la organizadora de la acción. “Pero hay que atraer la atención para esta causa”, añade la joven de 28 años que vive en Zeneta. Estefanía es una chica muy guapa, con el rostro enmarcado entre rizos negros. Ha arrastrado a su madre a la performance, quien también se ha quedado en ropa interior. “En este caso, tiene mucho sentido quitarnos la ropa porque es un paralelismo con lo que les sucede a los animales cuando les arrancan la piel”, añade Margarita.
Mientras que se producía la acción, otra compañera ha leído un manifiesto que denunciaba que “los animales son seres vivos que no están para que el ser humano los use y abuse hasta límites insospechados”. “En el mercado existen suficientes prendas de abrigo de origen sintético como para desterrar la utilización de pieles de animales silvestres”, concluye. En esta mañana de rebajas, muchos viandantes se han parado a mirar.
Los grupos que han convocado la denuncia son la Sociedad por los Derechos de los Animales de la Región de Murcia, la Asociación Protectora de Animales Refugio de Ángeles y el Grupo Animalista de la Región de Murcia.
Estefanía participó en otras dos performance parecidas en Madrid este mismo mes de enero y en septiembre y trajo la idea a Murcia. “En Madrid puedo encontrar comida vegana en el Eroski. En cambio, aquí tengo que coger el coche 40 minutos hasta Murcia para comprarla”, se queja Estefanía. “Parece que estamos en la época medieval”, añade.
Pero tanto ella como otra activista en defensa de los animales Toñi Gómez reconocen lo que se ha avanzado en la última década en el país. “Cuando empecé con el activismo animalista hace nueve años nunca pensé que iba a dejar de apoyarse la tauromaquia con dinero público”, señala la joven. A lo que Toñi señala que “en sólo un año hemos pasado de 110 a 220 municipios en los que ya no se apoya”. La activista pasó 19 días en el hospital cuando tenía 18 años por la paliza que le metió la dueña de un burro que ella trató de defender ante los golpes que le estaba propinando primero al animal.
Las tres mujeres están de acuerdo con que los cambios de sensibilidad frente al maltrato animal ha de venir tanto por una concienciación de la sociedad como con cambios en las leyes. “Nosotros hemos propuesto en el Ayuntamiento algo tan sencillo como que el centro municipal Zoonosis tenga una web para que los perros se puedan adoptar con más facilidad en vez de sacrificarlos”, señala Margarita. “Es complementaria la lucha para el bienestar de las personas y los animales”, señala la joven concejal del Ayuntamiento de Murcia.
“La peletería no es sólo sinónimo de muerte, también lo es de sufrimiento”, señalan los grupos animalistas en su manifiesto. Y gritan: “A nadie le gusta morir despellejado”. Evidentemente, a las ovejas, visones, zorros y otros animales tampoco.
