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Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Sufragio Universal (el voto femenino)

Luis Miguel Artabe

- ILSA: Tócala Sam, por los viejos tiempos.

- SAM: No sé a lo que se refiere, señorita.

- ILSA: Tócala Sam. Toca “Como el tiempo pasa.”

- SAM: Se me ha olvidado esa canción. No recuerdo la melodía.

84 años se cumplieron el jueves pasado. Melodías que deberíamos tener grabadas en la memoria y que, sin embargo, nos empeñamos en olvidar. Pasitos en la historia de la humanidad que quedan fuera de los libros de texto y de los días festivos porque no los consideramos lo suficientemente importantes. Justificaciones hipócritas que forjan causas más fuertes que la razón.

No estoy hablando de recordar como se merecen el bar de Rick ni a Bogart ni a la simpar “Casablanca” (ése sería otro debate). Lo que añoro es que se valore (y celebre) el 1 de octubre como uno de esos momentos en los que este país se adelantó a muchos otros e instauró el Sufragio Universal (claro, que para algunos es más importarte el debate de si La Virgen del Mar debería o no ser festivo en Santander, ¡dónde va a parar!).

Quizás, porque lo nuestro es tapar el sol con los nubarrones del “y tú más”; quizás, porque a algunos siempre les ha interesado tener acólitos al precio de la Happy Hour del más infecto burdel de Taipéi; quizás, porque es mejor que los tronistas, las alineaciones de Luis Enrique y el Sálvame formen nuestro imaginario colectivo y sean las únicas muestras de nuestra cultura general… quizás, quizás, quizás…

La Segunda República

Hasta 1931, en España, las mujeres no pudieron votar. “¿Para qué? ¡Si no saben!”, supongo que pensasen los hombres de la época (como si hoy no hubiera neandertales que no creyesen lo mismo).

En aquellos principios de la Segunda República, en su primer bienio, se dieron las condiciones necesarias y adecuadas para que aquello sucediese: la aportación y empuje de las también semiolvidadas sufragistas españolas, la creación de un proceso constitucional, la mente aperturista de muchos políticos y que la derecha de la época pensase que las mujeres estarían subyugadas a la Iglesia y que les darían mayoritariamente el voto a ellos.

Me llama poderosamente la atención este hecho. Imaginad a una parte importante de la izquierda y a los partidos de derechas divididos entre sus creencias y las matemáticas. Cambiar lo que espiritualmente deberían votar o no por sus intereses electorales… cuán poco ha cambiado la política, ¿verdad?

Por supuesto, aquella comisión también debatió sobre el divorcio, los hijos fuera del matrimonio y un buen número de cosas que adelantaron a su tiempo a este país (tanto, que tuvo que llegar una dictadura de 36 años para que todo volviera a la “normalidad” y para que lo del sufragio, fuera Universal, Censitario o pluscuamperfecto, no tuviera ningún sentido).

El Sufragio Universal (el voto femenino)

Por 161 contra 121 votos, con la derecha votando a favor y una parte sustancial de la izquierda y del centro en contra (debido a que pensaban que esto iba a ayudar a sus rivales), con un debate para la historia entre Clara Campoamor y Victoria Kent y con toda la tradición machista comenzando a astillarse, el 1 de octubre de 1931 quedó establecido que las mujeres españolas pudiesen votar.

En este sentido, se siguió la estela de países como Austria, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos y se tomó la delantera a otros como Francia (1944), Italia (1946) o la democrática notandemocrática Suiza (1971).

Ya veis, todo un logro que permanece entre las sombras 84 años después y que sólo gracias a las redes sociales comienza a citarse con timidez. Por lo menos espero que este olvido se deba a nuestra genética-intrínseca-inherente capacidad para no poner en valor las cosas importantes y no a que, como a Sam, no nos dé la gana recordar (no vaya a ser que nos demos cuenta de que la diferencia salarial o la mayor tasa de paro de las mujeres son síntomas de que todavía queda mucho pero que mucho camino por andar).

- ILSA: Te la recordaré (Sam). Ta taaa, tatatataa, ta taaa, tatatataaa…

Sam empieza a tocar la canción muy suavemente.

- ILSA: Cántala Sam.

- SAM: “You must remember this:

a kiss is just a kiss,

a sigh is just a sigh.

The fundamental things apply

as time goes by“

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