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Acusado de abusos dice que ha vivido un “calvario” por las “burdas mentiras” de la denunciante para ganar dinero

Acusado de abusos dice que ha vivido un "calvario" por las "burdas mentiras" de la denunciante para ganar dinero

EUROPA PRESS

SANTANDER —

El acusado de abusar sexualmente y de forma continuada de su empleada del hogar ha afirmado que el “verdadero abuso” ha sido el realizado por esta mujer “a su costa, con la única finalidad de ganar dinero fácil o de librarse, tomando el camino más corto, de deudas contraídas por su mala cabeza”, y ha asegurado que él y su familia han vivido un “calvario” por las “burdas mentiras” de alguien a quien “lo único que han hecho es ayudar, más allá de lo que su propia familia lo ha hecho nunca”.

“El pago que recibimos a cambio es someternos a la peor humillación a la que nos han sometido jamás. Nos sentimos humillados y estafados”. Con estas afirmaciones, y envuelto en llanto, ha utilizado el acusado su derecho a la última palabra en el juicio que se ha celebrado esta semana en la Audiencia Provincial de Cantabria.

Este jueves, en la última sesión de la vista, la Fiscalía ha mantenido su petición de 14 años de cárcel y 10.000 euros de indemnización, mientras que la defensa se mantiene en 18 años y una indemnización de más de 108.000 euros por daños morales por “ocho agresiones de carácter sexual” cometidas entre agosto de 2009 y enero de 2010, “aprovechándose de la previa relación de dependencia y superioridad”.

AJ.G.S. ha explicado que la denunciante tuvo durante diez años las puertas de su casa “abiertas de par en par” y tuvo acceso a “información privilegiada” que le ha permitido construir “una enorme mentira” apoyada en un montón de datos sobre sus rutinas diarias, viajes de trabajo, amistades, aficciones, etc“.

Ha añadido que el “sufrimiento” que ha causado a su familia “no se paga con dinero, es imposible de compensar”, y se ha preguntado si es justo mantener “en vilo” a una persona y su familia durante siete largos años sin que la persona que ha provocado ese “calvario” con sus “burdas mentiras”, sufra consecuencia legal alguna.

También ha criticado el papel jugado por la prensa, que en su opinión, le ha sometido a “una humillación y a un juicio paralelo” en un asunto sin “aparente interés público” y “sin reparar en el inmenso daño causado en el honor e imagen de mi persona y los que me rodean”.

Por último, ha señalado que la denuncia de la que fuera su empleada del hogar es “simplemente imposible” y que ha acreditado y dado cumplida cuenta de los lugares y las personas con las que estaba en los momentos en los que le acusa de agredirla. “Más no creo que sea humana ni legalmente exigible”, ha concluido por boca de su abogada, que ha terminado de leer las palabras que el acusado llevaba preparadas ante la imposibilidad de éste de continuar por el llanto.

PERITOS

La cuarta sesión del juicio ha comenzado con la declaración de las psicólogas a las que el juez instructor encargó un dictamen pericial y los psicólogos y psiquiátras que también realizaron informes en su momento a petición de las partes.

Las primeras, en el año 2013, y la psicóloga de la acusación particular, en 2010, dictaminaron que el testimonio de la denunciante era creíble, con un relato “amplio y muy rico en detalles” y “ausencia de variación” en las declaraciones previas, y que sufría un estrés postraumático cronificado de tipo agudo.

En el juicio han descartado que la víctima sufriera un trastorno por simulación, como sostienen los psiquiatras que emitieron su informe por encargo de la defensa, en el que concluyen que la denunciante padece un trastorno de la personalidad, con rasgos “inestables e inmaduros”, y concluyen que ello es “un factor de riesgo para presentar denuncias falsas”.

Los psiquiatras de la defensa consideran “muy llamativo” que la mujer no presentara signos de “evitación” cuando es un “síntoma nuclear” en estos casos, y que dejara el tratamiento farmacológico a los dos meses. En su opinión, los hechos denunciados por esta mujer “no han ocurrido”, y la denuncia responde a una combinación de motivaciones “económicas, emocionales y psicopatológicas”.

CONCLUSIONES

En su informe definitivo, la fiscal ha mantenido sus conclusiones sobre agresión sexual continuada, al considerar que la declaración de la víctima, única prueba de cargo, es “creíble y verosímil”, con una narración reiterativa, “plagada de detalles, sin ambigüedades, con llanto y estado de nerviosismo”. A ello ha sumado los testigos que han corroborado un empeoramiento de su estado físico a partir de agosto de 2009, cuando comenzaron las supuestas agresiones.

Ha añadido que es cierto que tenía una deuda importante con el acusado pero ha recalcado también que tras la denuncia perdió su sustento de vida y su situación económica es “delicada”. A ello ha sumado los informes de urgencias que corroboran que sufrió un cuadro “sincopal” y un intento de suicidio.

“No podemos caer en el error de desconfiar de su versión por ser una persona extrovertida y alegre”, ha señalado la fiscal, pese a reconocer que la denunciante ha “incurrido en ciertas contradicciones” en sus declaraciones previas, “algunas importantes, otras no”.

Así, ha señalado la diferente versión dada por la mujer sobre la posición de ambos en el episodio “más grave”, el de la felación, y ha llamado la atención en el hecho de que sólo en el juicio haya contado por primera vez que cuando la puso la mano en la vagina la introdujo un dedo, un elemento nuevo que la fiscal no ha introducido en sus conclusiones porque no se ha preguntado sobre ello al acusado y ello le generaría indefensión.

La acusación particular, por su parte, considera “acreditadas sobradamente y de forma concluyente” las relaciones sexuales “ilícitas, bruscas y no consentidas”, y ha rechazado las motivaciones “espúreas” alegadas por la defensa para “intentar ”desacreditar la personalidad y desprestigiar la imagen y conducta“ de la denunciante, cuyo relato ha considerado ”extremadamente coherente, libre y espontáneo“.

“CONSTANTES CONTRADICCIONES”

Sin embargo, la defensa ha opinado que no hay ningún elemento objetivo periférico que corrobore la versión de la víctima, que es la única prueba de cargo, y en la que ve “importantes y constantes contradicciones” en las distintas declaraciones. La abogada del acusado sostiene que “no hay perseverancia en la incriminación” y que la denunciante “ha ido retrocediendo y rehaciendo su versión” a medida que se le contraponía la versión del acusado.

“Las innovaciones que hace en su relato le restan absoluta verosimilitud”, ha dicho, y ha señalado que se reserva el derecho a interponer acciones judiciales porque durante el juicio se han vertido, en su opinión, “absolutas mentiras y falsedades”. Así, ha señalado que sólo en la vista la mujer ha reconocido que el acusado le había prestado dinero. “No se olvida ni se equivoca, miente”, ha aseverado.

Para la abogada defensora, que ha vuelto a pedir la libre absolución del acusado, detrás de la denuncia está su “imposibilidad de atender sus obligaciones económicas”. “Es una idea loca, de alguien que no se encuentra en sus cabales, que llega a un punto de colapso vital”, ha afirmado.

En su opinión, esta persona llega a una situación vital difícil de resolver, por una vida caótica, dificultosa y llena de incidentes, unido a un trastorno de la personalidad que le lleva a utilizar herramientas para conseguir sus objetivos, que no serían las normales“.

Frente a la “carencia absoluta de prueba” por parte de la acusación particular, ha destacado el “despliegue probatorio” de la defensa, y ha recriminado a la fiscal que no tenga en cuenta las “contradicciones” de la denunciante ni las pruebas que acreditan donde y con quién estaba su defendido en los momentos en los que supuestamente tenían lugar las agresiones. “Es inimaginable una condena sin una duda razonable sobre su culpabilidad”, ha concluido.

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