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Archivada la causa sobre la red que concertaba matrimonios de conveniencia
El Juzgado de Instrucción nº 3 de Santander ha archivado el procedimiento que se inició a finales del año 2014 relacionado con lo que “inicialmente parecía” un grupo dedicado a concertar matrimonios de conveniencia entre inmigrantes marroquíes y ciudadanas nacionalizadas españolas de origen sudamericano, para conseguir la documentación de familiar de ciudadano comunitario y poder trasladarse a Francia y otros países del norte de Europa.
El paso por España de estos marroquíes era brevísimo, hasta que conseguían la tarjeta comunitaria, y no se les pudo tomar declaración testifical, excepto a uno que colaboró con la policía, según consta en la memoria de la Fiscalía, consultada por Europa Press.
La causa, en la que inicialmente estuvieron imputadas 12 personas, se sobreseyó porque el juez de instrucción consideró que no se reunían los requisitos jurisprudenciales del delito y que no se trataba de un caso de “tráfico” penalmente relevante relegándolo a infracción administrativa.
“Todo ello en base a que no se acreditó que se hubiera atentado contra la dignidad de los ciudadanos marroquíes, a los que no se engañaba, ni intimidaba, ni se pudo acreditar que se abusaba de su situación de precariedad o especial vulnerabilidad”, explica la Fiscalía.
La investigación fue iniciada en noviembre de 2014 por el Grupo Operativo de Extranjeros de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional, en colaboración con la Oficina de Extranjeros de la Delegación de Gobierno de Cantabria, al detectarse una veintena de expedientes de parejas de hecho “ficticias”, con un patrón similar.
En todos los casos se trataba de inmigrantes de nacionalidad marroquí que a cambio de unos 6.000 euros, se unían a españolas nacionalizadas de origen sudamericano, todos empadronados en el mismo municipio y registrados en el mismo registro de parejas de hecho, en concreto el Registro de Uniones Civiles del Ayuntamiento de Camargo.
En todos los casos había intervenido una misma gestoría, y coincidía la figura del “empleador” en los contratos de trabajo que se aportaban a las mujeres de origen sudamericano nacionalizadas españolas, para simular una relación laboral que en realizad no existía con el fin de certificar ante la oficina de extranjeros el requisito de recursos económicos suficientes para mantener al extranjero marroquí.
