Inauguradas las obras de mejora ejecutadas en la senda litoral de El Piquillo

El consejero de Obras Públicas y Vivienda, José María Mazón, y el alcalde de Castro Urdiales, Ángel Díaz Munío, han inaugurado la obras de mejora realizadas en la conocida como senda litoral de El Piquillo, asentada sobre el trazado de la antigua vía férrea que se utilizaba para transportar mineral procedente de las minas de Ontón y que discurre por el litoral costero del municipio de Castro Urdiales, hasta el límite de provincia con Vizcaya.

En el transcurso del acto, Mazón, que se ha mostrado satisfecho con el resultado de las obras realizadas en este camino, ha invitado a recorrer esta senda una vez que se ha procedido a su reapertura con todas las condiciones de seguridad para los viandantes.

El proyecto ha supuesto una inversión de 115.216 euros y ha tenido como finalidad la rehabilitación de esta ruta verde, acondicionada hace años como senda peatonal y paso de ciclistas, sin que se realizara, desde esa fecha, ninguna labor de conservación, lo que originó el colapso de la infraestructura y llevó al Ayuntamiento de Castro Urdiales a determinar su cierre.

El director general de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, y otros miembros de la Corporación municipal han asistido a la inauguración.

Las obras han tenido como finalidad prioritaria la protección de la zona donde se producen caídas de piedras, mediante la instalación de una pantalla dinámica de 90 metros de longitud, con el objetivo de que la vía resulte útil para los usuarios de la misma con unas condiciones mínimas de seguridad.

Complementariamente se han instalado pantallas dinámicas en la zona donde se producen los desprendimientos, junto con la reparación de la barandilla de madera, la reconstrucción de un muro de mampostería y un terraplén, así como la correspondiente capa de rodadura para dar continuidad al paseo. La actuación ha quedado rematada con la limpieza de cunetas y la retirada del material al vertedero.

ANTECEDENTES DE LA OBRA

La vía verde tiene una longitud aproximada de 1,3 kilómetros y una anchura prácticamente uniforme en todo su trazado de 2 metros. En un punto concreto del trazado existe un sobreancho con bancos para el descanso ocasional de los usuarios.

Asimismo, en toda la zona de desmonte se podía observar una cuneta de recogida de aguas que, en algunos tramos, se encontraba llena de material procedente del mismo, junto con un talud prácticamente vertical donde se apreciaban caídas de piedra que llegaban hasta el trazado de la vía verde, con un resultado evidentemente peligroso para los viandantes.

Finalmente, se han reconstruido los tramos de barandilla de madera deteriorados a lo largo de la senda y un muro de sostenimiento que estaba derruido en parte.