Casi 92.600 cántabros se han vacunado ya contra la gripe, que ha afectado a 200 personas

Un total de 92.568 cántabros se han vacunado, a fecha de 29 de noviembre, contra la gripe, lo que supone un 3,2% más en relación a 2014.

Hasta ahora, en lo que va de campaña (que finaliza el próximo 11 de diciembre) se han registrado 198 casos en la región, 38 de ellos en la última semana.

Estos datos indican que no hay actividad gripal en la Comunidad Autónoma, pues la incidencia -16 casos por cada cien mil habitantes- se sitúa “muy por debajo” del umbral epidémico (60,95), y no hay circulación viral, brotes o casos graves.

De los casi 40 casos de gripe de la presente semana, prácticamente la mitad -21- se han atendido en el área de salud de Santander, mientras que 11 han correspondido al área de Torrelavega-Reinosa y 6 al de Laredo.

Estas y otras cifras han sido ofrecidas este martes por la consejera de Sanidad, María Luisa Real, en una rueda de prensa en la que ha incidido en la importancia de que los profesionales sanitarios y trabajadores de los centros de salud se vacunen contra la gripe, al ser uno de los colectivos “prioritarios” de la campaña antigripal para evitar la transmisión del virus.

Pese a ello, en la pasada campaña la tasa de cobertura vacunal a sanitarios cántabros llegó al 25,9%, cifra “muy inferior” al mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 40%, para reducir el riesgo de brote epidémico en los centros.

Real también ha indicado que “uno de cada cuatro” profesionales presenta clínica gripal con el riesgo de contagiar el virus a pacientes “vulnerables” y a otros compañeros de trabajo.

Y es que la fase contagiosa se inicia uno o dos días antes que la clínica, e incluso a veces la enfermedad --que ocasiona 3.000 muertes al año en España, de forma directa e indirecta, y “decenas de miles” de ingresos en hospitales-- puede presentarse asintomática, esto es, sin síntomas.

Por eso, la vacunación contra la gripe (cuya eficacia llega al 70-90%) es una herramienta “clave” para proteger a profesionales y pacientes “frágiles”, por su edad o por padecer patologías crónicas con riesgo de graves complicaciones, ha defendido Real, que no ve “comprensible” que “numerosos” profesionales del ámbito sanitario “rechacen” cada año vacunarse.

“Es un ejercicio de responsabilidad y un compromiso moral y ético de todos los profesionales de centros sanitarios participar activamente en la campaña vacunal frente a la gripe estacional”, ha sentenciado la consejera, desde cuyo departamento se han dirigido a todos los profesionales, a través de sus gerentes mediante una carta individual de cara a la vacunación, que dispensan los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales del Servicio Cántabro de Salud (SCS).

RECONOCIMIENTO

La cita ha servido para hacer un reconocimiento a los centros de salud y servicios hospitalarios que en la campaña 2014-2015 superaron la tasa del 40% de la OMS.

Se trata de los centros de salud de Camargo Costa, Alto Asón, Gama, Torrelavega-Cartes, Santoña, Bajo Pas, Dávila, Pisueña-Selaya, Polanco, Pisueña-Cayón, Cotolino II, Bezana, Puerto Chico, Nueva Montaña, Camargo Interior, Nansa, Cazoña, Torrelavega-Zapatón, El Astillero, Saja Cabuérniga, Cotolino I, Cudeyo, Sardinero, Bajo Asón, San Vicente, Altamira y Campoo.

En el Hospital Valdecilla, los servicios de mayor cobertura de la vacuna han sido Prevención de Riesgos Laborales, Cirugía Pediátrica, Endocrinología, Medicina Preventiva, Hematología, Neumología, Cirugía Torácica, Nefrología, Obstericia y Ginecología, y Reumatología; en Laredo, Laboratorio, Farmacia y Radiología; y en Sierrallana, Servicios Médicos y Servicios Quirúrgicos.

A todos estos centros y servicios la Consejería ha agradecido su compromiso con la vacunación contra la gripe, tanto de forma pública como con la edición de un cartel identificativo que se colocará en cada centro.

Para finalizar, Real ha recordado la importancia de que se vacunen mayores de 60 años, niños de más de seis, adultos con riesgo de complicaciones derivadas de la gripe, o personas con enfermedades como asma, diabetes o cáncer, embarazadas y personas que trabajan en servicios públicos, como Policía, Bomberos o servicios de Protección Civil y emergencias sanitarias.