400 efectivos trabajan en tierra contra los incendios y el viento impide usar medios aéreos

Además, esta jornada el fuerte viento -hay alerta naranja (riesgo importante) por rachas que podrían alcanzar los 130 kilómetros por hora en las cumbres montañosas- impide usar los medios aéreos.

Al dispositivo desplegado en la región, compuesto desde anoche por 89 efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y otros 50 del Batallón V de León que se han sumado a primera hora de la mañana de hoy, se ha unido un tercer batallón de la UME de similares características.

Estos efectivos trabajan en los distintos focos junto con las cuadrillas y la guardería de la Dirección General del Medio Rural y miembros del 112.

Los 89 integrantes de la UME llegaron a las 2.00 de la mañana con 12 autobombas, 2 camiones nodriza, vehículos auxiliares y equipos de telecomunicaciones. Por su parte, los 50 del Batallón V de León partieron por la mañana para relevar y reforzar a sus compañeros.

Estos equipos combaten los incendios declarados en Cabuérniga y Ramales, y el nuevo destacamento de la UME de similares características que se ha incorporado a media mañana está previsto que actúe en el Valle del Besaya, donde había una decena de incendios entre Los Corrales de Buelna y Cañeda.

Además, se ha doblado el personal en la sala del 112 y en sus parques de emergencias. Y el Puesto de Mando Avanzado de Cantabria coordina desde la madrugada los trabajos en los incendios desde Ruente.

La situación más complicada a primera hora se encontraba, con más de 15 focos activos, en la zona de Cabúerniga-Los Tojos, especialmente en el entorno de la localidad de Bárcena Mayor, donde el Gobierno de Cantabria “tiene estudiadas todas las posibilidades por si fuera necesario evacuar el pueblo”.